escraches y democracia

El Día Mundial de la Libertad de Prensa

‘El Día Mundial de la Libertad de Prensa’, por Mariano Ayuso Ruiz-Toledo, abogado. Director de Ayuso Legal

El 3 de mayo se celebra, desde 1993 en que fue declarado así por la Asamblea General de la ONU, el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Se conmemora y reivindica en esta fecha esa libertad, que puede afirmarse, constituye  la primera piedra de las demás libertades. Sin ella, difícilmente pueden sostenerse las demás, sin estas ventanas a la información se producen todos los abusos y la abolición paulatina de las demás libertades.

La libertad de hacer pública difusión del pensamiento, informaciones, denuncias y opiniones es el resquicio por el que entra el aire de la libertad y el pluralismo en una sociedad cerrada. Mientras hay libertad de prensa es prácticamente imposible agostar las demás libertades, pues el aguijón de los medios de comunicación acaba por provocar la reacción en favor de los derechos humanos. No en vano, afirmó Thomas Jefferson que “donde la prensa es libre y todo hombre es capaz de leer, todo está salvado”.

Por eso, todas las tiranías que se conocen han intentado –con mayor o menor dureza o sutileza- sojuzgar esta libertad y acallar toda información negativa, toda opinión discrepante. En esta fecha, precisamente, se recuerda la lucha de las sociedades libres por el derecho a la expresión y a la información  y se denuncian las limitaciones que siguen existiendo –algunas brutales- en parte del mundo.

Nosotros, en España, no tenemos afortunadamente restricciones legales o administrativas a la libertad de prensa. Existe ésta con amplitud y a ella se debe  (en numerosos casos antes que a las instancias de investigación oficial) la denuncia incluso la investigación de la corrupción y de abusos y fraudes en ámbitos públicos y privados.

Por eso debemos mantenernos dispuestos a defender esta preciada libertad frente a las siempre vivas tendencias de los poderes políticos y fácticos de ocultar sus lados oscuros. Una prensa libre es la primera garantía de la libertad, aunque hoy en día también tenemos esa preciada arma de la comunicación social y de la movilización y denuncia que son las redes sociales, gracias a las telecomunicaciones. La existencia de estas redes y su libertad de uso y de acceso a ellas es una de las primeras cosas que intentan cercenar actualmente los sistemas totalitarios y por las que también debemos luchar para seguir teniendo una sociedad libre y abierta.

Pero hoy debo centrarme en el Día Mundial de la Libertad de Prensa –en otra ocasión me ocuparé de las redes sociales y su trascendencia para una sociedad abierta- y nada mejor para conmemorarla que rendir homenaje a la periodista azerbaiyana Khadija Ismayilova perseguida y encarcelada desde 2014, que ha merecido este año 2016 el premio mundial concedido por la UNESCO a la libertad de prensa “Guillermo Cano”  (periodista colombiano asesinado en 1986).

Como ha afirmado para esta ocasión, Irina Bokova, Directora General de la UNESCO: “El acceso a la información es una libertad fundamental y forma parte del derecho humano fundamental a la libertad de expresión. Recibir y difundir información, en línea y fuera de línea, constituye la piedra angular de la democracia, el buen gobierno y el Estado de Derecho”.

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