Enamore, fascine, sorprenda…

 

El verano se termina y comienza un nuevo ciclo… o no. Se hace balance y se sacan comparaciones con los años anteriores. Cifras y más cifras. Se ha ganado o perdido un porcentaje, pero… realmente las cifras son un buen indicador. No lo dude, si. Pero se debería tener en cuenta otros parámetros cualitativos, pues para una empresa, grande o pequeña, ganar en sentimiento, en emociones y perder en cifras puede ser un resultado magnífico.

Cuanto valor tiene su marca, que sentimiento y emociones transmite, cuanto porcentaje de corazón se ha ganado este año, o este verano. No se debe olvidar que una marca que vincula los sentimientos y transmite una emoción, estará mas presente en la mente del consumidor y como ejemplos hay unos cuantos y tal vez el mas palpable y conocido sea Coca-Cola. Ha vinculado la alegría de vivir a su producto estrella y los resultados están ahí. Más ventas, mejor imagen de marca, mayor notoriedad y un largo etcétera.

Si es capaz de unir cifras con emociones, habrá dado un paso para conquistar a sus clientes, para fidelizarlos. No descuide las cifras, pero tampoco las emociones y los sentimientos que su marca transmita. Escoja el que mejor le describa y apueste por añadirlo al valor de su marca. Al consumidor se le conquista a través de las emociones mucho mejor que con las cifras, frías, directas al raciocinio y sin alma.

A esto se le llama, marketing emocional. Ser diferente, aportar una emoción al consumidor y que le haga sentirse bien con su producto o servicio, es un valor que le hará desmarcarse de su competencia. Conquiste a través del corazón y las emociones. No deje pasar esta faceta del marketing emocional, vaya directo a los sentimientos de sus clientes. Y no olvide que esto se consigue a base de esfuerzo en el tiempo, de una correcta planificación y gestión de la empresa y unos objetivos reales y cuantificables.

Aplicando el marketing emocional, se conseguirá abrir un vínculo con el cliente basado en las emociones que el producto o servicio ofrecen y de esta forma, la lealtad estará mas asegurada que en el caso de una marca blanca, donde el cliente puede abandonar mas fácilmente ese producto.

Enamore, fascine, sorprenda, embriague a sus clientes, ofrézcales un mundo de emociones, donde se identifiquen con su producto, cree comunidades, experiencias, sueños, vivencias y habrá logrado tocar y conquistar una parte del corazón de sus clientes.

Y usted ¿conquista con el corazón o es frío como las cifras?

Emil Serrano es Consultant Marketing

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