La izquierda embarullada, al asalto de la Comunidad Valenciana

La alternativa de la izquierda en la Comunidad Valenciana es un batiburrillo de partidos heterogéneos, con planteamientos y posiciones dispares, en ocasiones antagónicas, que pretenden unirse con el único punto en común de tratar de echar al PP del Gobierno valenciano.

El partido que pretende liderar ese batiburrillo de izquierdas es el PSPV-PSOE que encabeza Ximo Puig.  Los socialistas valencianos, actualmente en una situación de extrema debilidad, llevan cosechando derrotas electorales en la Comunidad Valenciana desde 1995. Y desde 2003, con Ignasi Pla de secretario general y Ximo Puig ya de portavoz en Les Corts, están perdiendo decenas de miles de votos, comicios tras comicios, pese a estar en la oposición.

Todo hace indicar que, tras la debacle socialista en la Comunidad Valenciana en las recientes elecciones europeas de mayo de 2014,  el PSPV volverá a perder con claridad las elecciones autonómicas y municipales de 2015.  Los indicadores económicos auguran una etapa de crecimiento y de fuerte creación de empleo durante todo el próximo año, por lo que previsiblemente aumentarán significativamente las expectativas electorales del PP.

Por ello,  las únicas opciones de Ximo Puig y el PSPV de poder gobernar la Comunidad Valenciana pasarían por un eventual acuerdo con el resto de partidos de izquierdas,  si el PP no lograra mantener su actual mayoría absoluta.

Dentro del PSPV hay una corriente, Izquierda Socialista, que aboga por alejarse de posicionamientos y políticas moderadas y centristas para escorarse hacia la izquierda.

La amalgama variopinta de izquierdas incluye a multitud de partidos y pequeños grupos. Una formación que previsiblemente entrará en las Cortes es Compromís, una coalición de partidos que lidera el Bloc de Enric Morera. El Bloc, herederos de Unitat del Poble Valencià, es un partido soberanista que apoya el derecho a decidir la secesión. También aspira a la unión con Cataluña. Históricamente han sido socios de los independentistas catalanes de CiU, la derecha nacionalista.

Otro partido que conforma Compromís es Iniciativa del Poble Valencià (IdPV), encabezada por Mònica Oltra. Es una escisión de Esquerra Unida que se alió con el Bloc. Tuvieron una fuerte y tensa crisis interna, que incluso provocó el desmayo en las Cortes de la ex líder de EU Glòria Marcos. Desde EU tacharon a Mònica Oltra y Mireia Mollà de trànsfugas y traidoras. Hubo cruce de denuncias en los tribunales.

Y hay una tercer partido que forma parte de Compromís, en concreto Els Verds, un grupo de corte ecologista-nacionalista.

Esquerra Unida, que lidera la comunista Marga Sanz, tiene un sector crítico, llamado Izquierda Abierta, que es afín a Gaspar Llamazares y muy crítico con Cayo Lara y Marga Sanz.

Socios de EU son Els Verds del País Valencià, grupúsculo ecologista que lidera Joan Francesc Peris (fue diputado con el PSPV, luego rompió con los socialistas y pasó al Grupo Mixto, se alió con el Bloc y ahora está aliado con EU).

Pues a todos estos partidos y corrientes (PSPV, Izquierda Socialista, Bloc Nacionalista, IdPV, Els Verds-Esquerra Ecologista, Esquerra Unida, Izquierda Abierta y Els Verds del País Valencià) se les va a unir seguramente Podemos, la formación de extrema izquierda que encabeza Pablo Iglesias.

Por tanto, las opciones probables de gobierno en la Comunidad Valenciana y en los ayuntamientos y diputaciones se reducen a la estabilidad que encarna el PP (básica para afianzar la recuperación económica y la creación de empleo tras la pésima gestión del anterior gobierno de Zapatero y Rubalcaba). O el embarullamiento de socialistas, comunistas, catalanistas, ecologistas de diversa índole… y ahora sumando a los chavistas de Podemos.

El caos al que podría enfrentarse la Comunidad Valenciana es muy preocupante. La recuperación económica, que se espera que sea muy fuerte en toda España, pero especialmente en Valencia, se vería amenazada con un gobierno heterogéneo de partidos de izquierda, nacionalistas pro catalanes y grupos de extrema izquierda.

Estoy convencida de que los valencianos tendrán  sentido común, una vez más, y apostarán por un Partido Popular renovado que, con sus errores y sus aciertos, sigue siendo la opción de gobierno más solvente, eficaz y seria.

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