Jesús Montesinos

Rebelión en las aulas… por el calor

En la escuela valenciana el debate, la bronca, la protesta es por el calor que hace en las aulas en septiembre, por los días de fiesta, por los libros de texto o por la lengua. Nunca que se sepa ha habido manifestaciones por el fracaso y el abandono escolar, por lo mal que van los chavales en matemáticas o gramática o por la falta de preparación de los profesores.

Este curso ha sido paradigmático en este asunto. Este septiembre es igual o menos caluroso que el septiembre de 2013, pero ni entonces ni nunca jamás los niños de cinco a quince años salieron a la calle a protestar porque hacía calor en sus aulas. ¿Por qué este año si que han salido? No salen en Andalucía, donde hace más calor que aquí. O en Catalunya. Salen o les hacen salir en la Comunidad Valenciana. ¡¡Que extraño!!

Dicen que porque las clases arrancaron el día 3, cinco días antes(solo 5 días) que el año pasado, y hacía mucho calor. Pero también hacía mucho calor el día 10 porque continuaron las manifestaciones. ¿Por los barracones? Puede ser cierto, porque la Consellería de María José Catalá arrastra ese déficit. Pero también estaban el año pasado y nadie protesto.

¿Por qué estas protestas? Porque en la escuela (pasa también en la sanidad) la cuestión es culpar de lo que sea a los políticos. Se ha convertido en una excusa fácil. Por eso todas las broncas son el calor, el precio de los libros, los días de fiesta o las camas hospitalarias. Aquí nadie discute la calidad de la enseñanza, los resultados del trabajo de maestros (o de médicos y enfermeras) en los alumnos o enfermos. Eso es intocable. Por eso se discute y protesta por cuestiones formales y nadie quiere entrar a fondo en los problemas. ¿Cuántos padres o asociaciones de padres han cuestionado alguna vez la tarea de un maestro? Y los hay buenos y malos.

Los maestros españoles ganan por encima de la media de la OCDE y el gasto por alumno en la enseñanza pública también está por encima de la OCDE (Ver informe http://estaticos.elmundo.es/documentos/2014/09/09/panorama_educacion_OCDE.pdf ). ¿Por qué entonces el 30 por ciento de nuestros hijos están muy mal preparados en asignaturas como matemáticas, inglés, gramática o historia? ¿Por culpa de Maria José Catalá o el ministro Wert? Yo creo que por culpa de los maestros, muchos de los cuales no tienen interés ni están suficientemente preparados para la responsabilidad de enseñar.

Pero claro. Eso no se puede plantear. ¿Cómo van a organizar una protesta los maestros sobre la calidad de la enseñanza cuando ellos son los responsables? Pues hay que protestar por el calor, el frio, el precio de los libros o ese debate tan abstracto de enseñanza pública/enseñanza privada. Motivos para culpar a otros. Siempre el enemigo exterior. Curiosamente se pide más enseñanza en valenciano (está bien) y no se pide en inglés. Pero es que hay muchos maestros para enseñar valenciano y muy pocos para enseñar inglés.

Es el gran debate hurtado de la enseñanza en España. Aquí venga a hablar de la clase de religión o de las subvenciones a la concertada, pero nadie pone encima de la mesa si la media de los profesores tiene la capacidad suficiente para asumir la responsabilidad para la que les pagan. Eso es tabú. Son como los médicos. Incuestionables.

Antes cambiará el capitalismo, como dice Jeremy Rifkim, que el sistema político o profesional revisará la capacidad de muchos profesionales de la enseñanza (¿y qué decir de la universitaria?), la medicina o el periodismo. Menos mal que los curas y los jueces ya pueden ser criticados. Y qué decir de los fustigados políticos. Pero si los profesores en su conjunto no empiezan a asumir su corresponsabilidad en el funcionamiento de la enseñanza y la formación en España esto continuará siendo un país antiguo y millones de jóvenes en paro por no estar preparados para nada.

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