Venta de votos On Line

La policía británica está investigando la venta de votos por eBay para el próximo referéndum sobre la independencia de Escocia del día 16.

No se trata de un gran negocio, la verdad, ya que la cotización de este invento oscila entre 1 y 10 libras por voto. En esencia, el oferente, a quien obviamente se le da una higa el resultado, se compromete a votar “sí” o “no”, según el deseo del comprador. Ya ven qué baratas están las convicciones políticas de algunos.

No sé cuánto tiempo tardarán en aparecer entre nosotros estas prácticas delictivas. Habida cuenta que cerca de la mitad de los ciudadanos de este país con derecho a voto pasa de ejercerlo, no sería extraño que algunos de ellos intentasen sacar dinero, al menos para un cafelito.

En el fondo, esta actividad fraudulenta ya se practicaba mucho antes de inventarse la comunicación on line. Los pucherazos electorales, la compra de votos y el amilanamiento de los electores han acompañado a la democracia durante demasiado tiempo. Incluso hubo personajes, como Primo de Rivera, que preconizaron sin ambages que “el mejor destino de las urnas es romperlas”.

Superadas por fortuna esas ominosas épocas de fascismos y otras situaciones totalitarias, lo curioso es que, hoy día, quienes no ejercen sus derechos democráticos no es porque no puedan hacerlo, sino simplemente porque no quieren. En grandes masas —y no sólo de jóvenes— se ha instalado el pasotismo de que votar no vale la pena, que todos los políticos son iguales y que este sistema ni es democrático ni nada.

Semejante actitud haría las delicias de personajes siniestros como Francisco Franco, férreo creyente en esas mismas teorías y que, siendo consecuente con ellas, impidió a sus súbditos votar durante los 39 años que duró su dictadura.

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