El concejal socialista Vicent Sarrià denunció este domingo que el Ayuntamiento de Valencia «ha fracasado en las políticas de revitalización y rehabilitación de viviendas en la Ciutat Vella», ya que tras 23 años de gestión «ha sido incapaz de volver a los niveles de población que había en 1991».
En un comunicado, Sarriá ha indicado que la población de la Ciutat Vella en 1991 era de 27.010 habitantes, y actualmente es de 26.373 habitantes, lo que evidencia no sólo una falta de inversiones, sino también «la desidia municipal al no aplicar los mecanismos de gestión urbanística que le permite la legislación».
Entre estos mecanismos ha citado el Registro Municipal de Solares y Edificios a Rehabilitar, la Inspección Técnica de Edificios o las órdenes de ejecución para obligar a los propietarios que abandonan sus viviendas a su rehabilitación.
Según el concejal socialista, se evidencia el fracaso en la política de promoción pública para facilitar a los jóvenes el acceso a una vivienda, ya que si el promedio de edad del conjunto de la ciudad es de 42 años, en la Ciutat Vella es de 44, manteniendo todavía una de las poblaciones más envejecidas de Valencia.
Ha recordado que ni la empresa pública AUMSA, ni la Generalitat «están construyendo o rehabilitando vivienda pública en Ciutat Vella. Es más, la Generalitat ha desmantelado el IVVSA y abandonado todas las rehabilitaciones de edificios de su propiedad en el centro histórico, incluso las que tenían licencia municipal, sin que la alcaldesa haya alzado la voz contra esta falta de inversiones comprometidas por la Generalitat en la ciudad».
Para el concejal Sarriá, debería existir «una prioridad absoluta en terminar cuanto antes toda la rehabilitación de la Ciutat Vella, pero la política urbanística de la alcaldesa se ha dirigido durante sus 23 años de gobierno a ocupar espacios de huerta para nuevos barrios, olvidándose del corazón de la ciudad, con iniciativas de revitalización comercial, rehabilitación de viviendas y recuperación de calles y plazas para los ciudadanos».
Ha subrayado que Valencia tiene el privilegio de uno de los mejores centros históricos de Europa, pero Rita Barberá es incapaz de reconocer este potencial ciudadano y turístico, y sus políticas obsoletas le han impedido ver la realidad y orientar las inversiones de una manera correcta».