El asedio del cableado aéreo persiste en Benimaclet

La actitud entre los vecinos de Benimaclet está dividida respecto al asedio de las empresas de telecomunicaciones y multinacionales para la colocación de cableado aéreo ilegal: de la lucha a la inacción. La asociación de vecinos no cesa en su labor informativa y de concienciación, en su sede, a pie de calle y las redes sociales, para que los residentes planten cara al avasallamiento del que es víctima el barrio, según explican desde hace meses.

En enero varias comunidades de vecinos plantaron cara a las insistentes empresas llegando a colgar carteles en sus portales impidiendo el contacto con los residentes y manifestando su falta de interés por los supuestos servicios. Son «personas valientes», como las definen desde la asociación vecinal «que se enfrentan a estas empresas y les niegan que cableen sus fachadas». Se trata de comunidades en las calle Mistral, la avenida Valladolid, Arquitecto Arnau o Hermanos Villalonga, entre otras.

Por otra parte, están las «sumisas al poder, miedosas, pasotas… que dejan hacer y no quieren meterse en líos», continuaron desde la agrupación. «Mientras tanto nuestras ciudades y barrios ofrecen una imagen urbanística lamentable repleta de cables por todos los sitios», continuaron.

Numerosas empresas de telecomunicaciones están incumpliendo las ordenanzas municipales al colocar cableado aéreo de forma ilegal. La ordenanza de Zanjas y Catas en el Dominio Público, que está vigente 20 años. Obliga a soterrar los cables de telefonía y fibra óptica, así como muchas otros tipos de conducciones (agua, electricidad, gas…). Las sanciones contempladas oscilan entre 25.000 y 100.000 euros.

La primera reclamación de los vecinos al Consistorio fue el pasado 7 de agosto. Ya entonces los técnicos municipales comprobaron que la gran mayoría de las actividades realizadas no contaban con la licencia pertinente y el Ayuntamiento aseguró al barrio que antes de finalizar 2013 tomarían medidas. A día de hoy, los vecinos siguen expectantes y cada vez más nerviosos exigiendo multas y medidas.

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