Elecciones de mayo: los candidatos conocidos, y los otros

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A falta de que Podemos decida si se presenta a recoger las entre 17 y 20 actas de diputados en Corts que coinciden en otorgarle las recientes encuestas de El País y el PP, el resto de formaciones políticas comienza a decidir quiénes serán sus cabezas cartel, y quienes dejarán de serlo.

Sabemos ya que Toni Cantó (nunca Antonio) luchará por la Generalitat en nombre de UPyD. La UPyD de momento sin Ciudadanos, y sin Sosa Wagner, depurado por sugerir un pacto que devolvería a la formación de Rosa Díez el espacio que las dos encuestas antes citadas le niegan.

También sabemos que Castedo no repetirá. Al menos por el PP de Alicante, pionero en fijar la línea roja que Fabra quiere también aplicarle a Rato en un texto refrendado en su reciente convención. La opción más probable para sustituir a la alcaldesa al frente de la lista alicantina del PP es la de la consellera Asunción Sánchez Zaplana, “la cara B de Castedo” como dimos en rebautizarla hace unas semanas en este diario. Sánchez Zaplana tuvo a su cargo una de las cuatro ponencias de la reciente convención popular en Benidorm, lo que es una forma más de poner en solfa su figura, hasta ahora cómoda en un segundo plano aceptado gustosamente porque “bastante tengo con lo mío”, o sea, los copagos y demás.

Pero, ¿y Fabra?, ¿será él candidato? Nada, excepto alguna información periodística poco acorde con la lógica (sustituirlo ahora sería injusto en expresión de Font de Mora, la encuesta del PP no cocinada según jura Bonig es esperanzadora, y, además, no hay alternativas dispuestas con tan poco tiempo a batirse con la mar tan brava) hace pensar lo contrario. Después de las Autonómicas, y en función del resultado, veremos. La mejor opción para ese caso, hoy por hoy, la representa precisamente Isabel Bonig, flamante coordinadora de campaña del PPCV. Y se da la tremenda paradoja de que para ella ascender en el PP el PP tendría que perder en plan batacazo una campaña dirigida por sí misma, lo que le descalificaría como pasó con su antecesor Serafín Castellano tras las Europeas.

En la bancada socialista, todo clarito desde hace mucho en lo autonómico, con Ximo Puig de candidato a una Generalitat en la que ya trabajó en tiempos de Lerma. Encima, en las primarias locales, que eran las que faltaban, se han impuesto los candidatos que él auspiciaba. Al PSPV ya sólo le faltan los electores.

Que se le pueden ir por Compromís, por EU, o por Podemos. En la formación de Pablo Iglesias podría desembarcar Mònica Oltra si Compromís se rompe. Y si se rompe será por el reglamento de Primarias, que ella quiere que prime a los ex-EU y demás socios minoritarios, y que el Bloc no puede permitir so pena de rebelión interna. Sea en Podemos o en Compromís, Oltra será la número 1 en Autonómicas. A no ser que Morera, el mayoritario, se decida a disputar con ella, con lo que, de ganar, perdería a la diputada de las camisetas y las televisiones y el Bloc volvería a ser invisible. Bonito dilema.

EU, e IU a nivel nacional, es un partido madre del que acaban yéndose todos los que aspiran a tocar poder real alguna vez en su vida. Salvo Anguita, que lo tuvo orgánico e inorgánico. Pasó con los Sartorius, Curiel. Aguilar y compañía, que se fueron a las verdes praderas del PSOE, o con Oltra y Mollá, las ahora diputadas en Compromís. Pero aun así, EU sobrevive incluso a su ideología.

Como en el caso de Compromís, su líder difícilmente va a poder liderar una lista. Porque como a Morera, a la comunista Marga Sanz (Margarita para el Forum Europa) le ha costado dar el paso de enfrentarse a su terrible segundo, el diputado tronante Jesús Ignacio Blanco, que se ha quitado el Jesús en público y que no valencianiza nunca su Ignacio. Ni en público, ni en privado. Sanz (PCE) al final ha dicho que sí, que competirá con él porque Blanco no ha aceptado que ella fuera … ¡su segunda en la lista! Curiosa forma de buscar el voto contra su ninguneador. Que no es ningún tonto.

Laboralmente dice la Wikipedia que Blanco es funcionario de carrera (empleo seguro de por vida), y que fue seis años director de un programa político en Radio Klara. O sea, que ejerció de periodista sin que conste que ninguna asociación profesional (garantes del registro oficial de periodistas de España) le haya admitido en su seno. Intrusismo lo llamarían sus compañeros de CC.OO.. Para que se hagan una idea, en Radio Klara “libre y libertaria” tienen ahora mismo en su parrilla de programación un espacio llamado “Cuba va”. Cosa que todos sabemos, aunque no hacia dónde.

Blanco también estuvo según la misma fuente en el Centro de Estudios Políticos y Sociales (1999 y 2000) “teniendo especial vinculación con los procesos de Venezuela y Ecuador”. En su blog dice que siguió “el proceso venezolano desde el principio”. Contaba Periodista Digital que el CEPS tiene un contrato con el Ministerio del Poder Popular chavisto-madurista por valor de 320 mil euros en sólo en 2013. Porque el contrato original, según la misma fuente, fue firmado en el año 2000. Y El País llegó a titular en relación a CEPS que “la fundación relacionada con Podemos cobró 3,7 millones de Chávez en 10 años”.

De Pablo Iglesias y sus vínculos con Venezuela, en donde los rollos de papel higiénico son tan escasos como aquí los unicornios azules de Silvio Rodríguez, también, como ven, se ha hablado mucho. Con este nexo en el horizonte, ¿se imaginan a Blanco (por vía caribeña) y a Oltra (por vía mediática) en Podemos? Seguramente no pasará -no pasarán- porque Sanz perderá y Morera no luchará. Otra cosa es que en el futuro el PCE y el Bloc convengan en que tienen que buscar mejores alternativas a las actuales para hacer frente no sólo a la Derecha, si no también a sus socios minoritarios, que siempre se quedan los mejores lugares.

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