¿Está Norma Levy en Denia?

Sí, los políticos británicos han sido siempre bastante ingenuos y desde luego muy poco originales. En marzo del año 1963 estalló un episodio del Caso Profumo, que implicó a una joven llamada Christine Keeler, refugiada en Benidorm; y diez años después, en el verano de 1973, la joven que huía de la prensa británica era Norma Levy, una muchacha que había tenido relaciones con  lord Anthony Lambton, conde de Durham, familia del primer ministro Douglas Hume y subsecretario parlamentario del área de Defensa con el primer ministro Edward Heath, con responsabilidades sobre la RAF.

La campanada periodística de la movida de Denia la dio, en “Las Provincias”, un joven reportero llamado Salvador Barber. La primera noticia indicaba que en un chalet apartado y cercano al mar, en la zona de la Alberca de Denia,  podía estar refugiada la Norma Levy de la que hablaba la prensa inglesa desde hacía semanas. La misma que  había sido fotografiada, con otra prostituta, metidas ambas en la cama de un mister Lambton que se estaba fumando un porro. Las fotos, publicadas por “News of the World”, uno de los tabloides más sensacionalistas de Londres había promovido la dimisión inmediata del ministro.

El autor de las fotos de Lambton en la cama con Norma Levy había sido el marido o pareja de ella, la muchacha que ahora andaba por Denia. Las hizo desde un armario situado frente a la cama, a través de una mirilla.  Cuando se publicaron las imágenes, la policía británica registró la casa del político y encontró algo de cannabis, lo que acabó por descarrilarlo todo. Lord Lambton, el 22 de mayo de 1973, renunció a todos sus cargos y se dispuso a retirarse de la vida pública británica en un palacio de la Toscana que se compró: Villa Cetinale, cerca de Siena. Los servicios secretos británicos, antes, habían comprobado que no había llevado a casa de las chica ningún papel que pudiera se comprometedor.

Lo grave del caso es que Norma Levy y su pareja se pusieron a hacer en Denia toda clase de estupideces escandalosas. La principal y más grave, consistió en que él, Colin Edmond Levy, intentó atropellarla a ella con el coche, un Mercedes, de matrícula alemana M-A-1975 por más señas, sin percatarse siquiera de que había vecinos testigos. Dijeron que él, “como si estuviera enloquecido, cometía toda clase de infracciones”. Pero Barber aclaró en su crónica de “Las Provincias” que había habido intento de atropello. El caso es que ella pudo huir de Denía, acompañada, como suele pasar, por reporteros británicos, y mister Levy quedó en manos de la Policía Municipal, cuyos agentes motorizados, señores Moreno y Sevillano, pidieron la documentación del coche y del caballero, y llegaron a la sana y juiciosa decisión de detenerlo. El juez de Denia que instruyó el asunto lo mando a la prisión provincial de Alicante; entre otras razones porque en el maletero del Mercedes se halló un arma en cuyo cañón se habían escondido los celuloides de las fotos que comprometían al lord.

En cuanto a Norma Levy llegar a Londres y ser detenida por Scotland Yard fue la misma cosa. Enseguida fue llevada ante el juez del Old Bailey que tenía citados a los Levy. Cuarenta años después, el jaleo que armaron en Denia podemos encontrarlo, rastreando en la red, incluso en diarios tan alejados de Denia como “La Nación” de Buenos Aires.

Como suele pasar, el lord pidió perdón, dejó la política, se separó de su esposa y se retiró a la Toscana, donde empezó a restaurar la finca y encontró nueva pareja. Falleció en 2006, con 84 años. Norma Levy, desde el año 1973, ha intentado rehacer su vida, con muy poco éxito, tanto en Inglaterra como en Estados Unidos. Lo último que se puede rastrear de ella es de 2007, cuando se reconstruyó su vida a raíz de la muerte de lord Lambton. Desde luego en la misma estirpe de diario que destaparon el escándalo.

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