La nueva consellera de Justicia, Gabriela Bravo, ha apostado por “normalizar relaciones” entre el Gobierno y los órganos de Justicia y “apoyar el sector” pese a las dificultades económicas.
«A partir de hoy abrimos una nueva etapa, son nuevos tiempos en los que hay un gobierno comprometido con la mejora de la justicia», ha manifestado Bravo, quien también ha apostado por un diálogo «abierto y fluido» para «que el poder judicial de esta comunidad se vea respaldado por el Gobierno».
Además, la consellera ha manifestado que ve con “mucha preocupación” el “atascamiento” de la Justicia: “Nos preocupa y nos hemos propuesto ya medidas como el diagnóstico y una auditoria interna del estado de los edificios” entre otras. Entre otras cosas le “preocupa” la sobresaturación” de algunas jurisdicciones y ha abogado por poner en marcha los juzgados que quedaron aparcados en 2012 por el anterior gobierno valenciano.