La propuesta electoral de Fabra: cantos de sirena y pactos desfasados

La propuesta lanzada por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, sobre la elección directa de un tercio de los diputados abre la puerta, indudablemente, a una mayor participación política de la ciudadanía y a una mejor representación de ésta en las instituciones democráticas. Pero su falta de concreción y el momento elegido para este anuncio también despiertan dudas sobre lo estudiado de la sugerencia.

Es la reflexión que hace la Asociación Valenciana de Consultores Políticos, consultada a este respecto por VLC News. La primera pregunta que se hace el representante de esta organización, Guillem Bertomeu, es ¿por qué elección directa de un 33% de los diputados de Les Corts? ¿Por qué no un 50%, o incluso el 100% de la lista? La elección de este porcentaje parece un tanto arbitraria, ya que se sustenta únicamente en el número de comarcas de la Comunidad Valenciana, y en el objetivo de que todas estén representadas en el Parlamento autonómico.

En opinión de Bertomeu, esto de quedarse ‘a medias’ no es exclusivo de un sólo partido. Ha pasado con las primarias del PSPV para elegir al candidato socialista a la Generalitat Valenciana. ¿Por qué el cabeza de cartel sí, pero el resto de la lista no?

«Hay que acabar con el dedazo», sostiene este experto en Marketing y Comunicación para las Administraciones Públicas, quien considera el anuncio de Fabra un «canto de sirena más en busca de titular que de otra cosa».

Para justificar su opinión, Bertomeu recuerda que, en la última legislatura de Francisco Camps, «se vendió como un gran acuerdo entre populares y socialistas la reforma del Estatuto de Autonomía«. En él, los valencianos aumentábamos cuotas de autogobierno con la Acadèmia Valenciana de la Llengua, el Consell Valencià de Cultura y el Consell Jurídic Consultiu, al tiempo que se incrementaba el número de diputados de 89 a 99 «para recalcar el pluralismo político de la Cámara».

Sólo unos pocos años después, aquel gran acuerdo político ha quedado desfasado: se van a recortar los órganos estatutarios, lamenta Bertomeu, «porque parecen que ya no sirven», y con el argumento del ahorro se pretende volver a rebajar el número de diputados a 79. Cierto es que en demasiadas ocasiones el hemiciclo de Les Corts no alberga muchos más de 79 parlamentarios. Pero, al margen de esto, la imagen que se da es de cierta incoherencia. «¿Es que lo que hoy es bueno, mañana puede ser malo?», se pregunta el representante de la AVCP.

Además, la posible reforma electoral (que, en cualquier caso, no se aplicaría hasta las elecciones de 2019) quedaría incompleta si no se cuestiona el listón electoral del 5% para poder tener representación en Les Corts. Esta barrera, que en su día defendió el PSPV, beneficia siempre a los grandes partidos.

Una barrera electoral del 3% habría supuesto que en 1999 tanto Unió Valenciana como el Bloc entraran en el Parlamento autonómico, ambos con entre 3 y 6 diputados (los dos partidos se quedaron en un 4,7%). Esos diputados, claro, habrían «volado» de los dos grandes. Aunque ahora mismo el más perjudicado por el crecimiento de EU y Compromís es el PSPV, que sufre la fuga de votos de izquierdas (ya de por sí más fragmentado que el de derechas).

Por eso, opina Bertomeu, «si yo fuera el secretario general del PSPV y me salieran unos números mejores con una rebaja del listón electoral, insistiría con ese tema todos los días». Porque, como se ha constatado en estos días, «el argumento de la representatividad y el pluralismo político vende muy bien en los medios de comunicación y en la sociedad civil». Si no lo hace, concluye, es porque no le conviene.
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