Los embalses del Tajo tienen agua para trasvasar al Segura, según Moragues y los regantes alicantinos aseguran que tienen 94 hectómetros cúbicos más que el mínimo marcado en el memorándum de 2013.
La guerra del agua continúa, el presidente de la región, Emiliano García-Page recalcó ayer que “el río está muriendo”. Pero por otra parte, tanto el gobierno como los regantes alicantinos desmienten esta afirmación, según señalaron, sus embalses cuentan con 94 hectómetros más del mínimo marcado en el memorándum firmado en 2013 por cinco autonomías y el Ejecutivo central.
García-Page se aferra a que uno de los puntos del acuerdo señalaba que, si Entrepeñas y Buendía superaban los 900 hectómetros de caudal durante los siguientes cinco años, inmediatamente el mínimo sería de 400, algo que ocurrió en marzo del año pasado, pero aquí encuentra un importante inconveniente. El Plan Hidrológico del Tajo, fue aprobado el 12 de abril de 2014. Es decir, un mes más tarde.
Ante todo ello, como destacó el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues, la cifra en la que se basa la posibilidad de realizar el Trasvase es de 304 hectómetros -desde el 1 de enero de 2015-, «mientras los embalses tienen en estos momentos 398». La misma cantidad que recordaron desde el Sindicato de Regantes Tajo-Segura. Según su presidente, José Manuel Claver «El aumento hasta los 400 se acordó que sería de forma progresiva. De modo que si ahora se quiere volver a revisar el pacto, que se empiece desde abajo, desde 240 hectómetros y no desde 400».
Afirma que la situación se ha complicado con la llegada de nuevos Gobiernos cuando «ya estaba clara. Para nosotros fue un esfuerzo aceptarlo, pero todos debíamos ceder en algo, por eso es inadmisible que vuelva a surgir la polémica. Y añadió, “no nos gusta la guerra del agua, puesto que se trata de un debate puramente político y electoralista. Se dedican a hablar desde las autonomías, cuando la única competencia en cuestiones de ríos intracomunitarios es exclusivamente del Estado”.
Por todo ello, exigen el agua que necesitan tanto para el regadío como para turismo, dos actividades de negocio que reportan importantes beneficios al sureste español (pues el trasvase beneficia tanto a la Comunitat como a Murcia y Almería). “En todas las sequías ha habido consenso. En 1994, con Felipe González en el Gobierno, se acordó el trasvase de 50 hectómetros, ahora se esperan 20, cuando había menos de dos cientos en Entrepeñas. Mientras que en la que transcurrió de 2004 a 2009 siempre se rondaba el límite de los 240”, insistió Claver, quien en ese sentido, se pregunta “¿a qué viene este lío ahora? Si quieren recurrir que lo hagan. En su día lo hicieron ya Bono, Barreda y Cospedal (presidentes castellanomanchegos) y perdieron. No entendemos nada”, añadió el mandatario sindical.
Por otro lado, Juan Carlos Moragues, exigió que se haga “cumplir el memorándum de entendimiento” firmado hace dos años, puesto que el agua “es un bien capital y no es patrimonio de nadie”. Los agricultores la necesitan y la Comunitat también “tiene sed” de fortalecer el turismo, “un ámbito estratégico” en la economía regional. Ante todos estos factores, el delegado del Gobierno instó al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, “a pedir explicaciones a Emiliano García-Page”, sobre la paralización del acuerdo.
Desde el Consell han reiterado en diversas ocasiones que apoyarán y defenderán a los regantes valencianos, aunque siempre con un discurso más timorato que el PP. En ese sentido, desde Castilla-La Mancha informaron ayer de que los gobiernos de la Comunitat y de Murcia mantendrán una reunión con Emiliano García-Page durante el mes de septiembre.
Así lo afirmaba la portavoz manchega, Cristina Maestre, quien pese a todo, no desveló cuándo tendrá lugar el encuentro, ni a qué nivel. Aunque recordó que no se trata de “la primera vez que en el PSOE se reúnen representantes de la zona mediterránea y la de Castilla-La Mancha para hablar y defender sus planteamientos”, pues en todo momento “se han mantenido los cauces de comunicación” entre los miembros del partido a pesar de pertenecer a regiones distintas.
Desde la Generalitat, la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, afirmó que el Ejecutivo valenciano “está abierto a mantener los contactos que haga falta” para resolver la “problemática” del Trasvase.