Pasión por el tomate de El Perelló

 

“Això és mel” dice Antonio, un agricultor de la zona que tiene un puesto de venta de frutas y verduras en la carretera del Perellonet con El Perelló, señalando unos ‘basquets’ de tomates que vende en su puesto. “Nuestros productos son de calidad. Los cultivamos nosotros mismos y luego, todo el año, tenemos este puesto de venta al lado de los invernaderos, donde el cliente puede venir a comprar todo lo que aquí cultivamos”.

Y es que la zona de El Perelló es conocida por sus tomates, 100% valencianos y de calidad. “Durante el fin de semana se disparan las ventas –añade Remedios, su mujer– Pero la verdad es que la gente que prueba nuestras frutas y hortalizas vuelve aquí a comprar. Es producto fresco, de calidad, a buen precio y recién cogido. Esto no lo tienen en ningún supermercado”.

La carretera que une el Perellonet con el Perelló cuenta con aproximadamente doce puestos de venta, generalmente de productos cosechados por los propios vendedores y que durante el verano, nunca mejor dicho, ‘hacen el agosto’ con los residentes en los apartamentos colindantes y los ‘domingueros’ que todos los fin de semana se trasladan hasta la zona costera a disfrutar de sus playas.

“En verano la verdad es que vendemos bastante, además es buena época para la mayoría de nuestros productos como el tomate o los melones del terreno” comenta Antonio.

Este matrimonio lleva cincuenta años cultivando y vendiendo sus productos. Les preguntamos por la gran cantidad de puestos que hay ubicados en la carretera y Remedios, cambia su dulce tono de voz y comienza a recriminar que muchos de los tenderos de la zona “se saltan las normas”, no teniendo la documentación en regla, y que incluso, se atreve a decir, “venden producto procedente de cooperativas o Mercavalencia”.

El descampado habilitado para que los compradores aparquen sus coches está lleno y Remedios se retira para atender a un grupo de jóvenes, que aun vienen mojados de la playa, pero antes de ponerse a ‘despachar’ a los clientes nos invita a conocer el invernadero. “Date una vuelta por aquí detrás y así ves donde se producen y en qué condiciones cultivamos nosotros los tomates”.

Del arroz al tomate

La zona del campo está llena de carpas de invernaderos de plástico donde, señalizados en su entrada, se pueden observar plantaciones de tomates, melones, pepinos y cebollas. Mientras damos una vuelta por los alrededores, aparece Antonio. “Nosotros trabajamos todo el año. Cada temporada tiene su producto, por ejemplo durante el verano los melones, pero hay productos como el tomate o la cebolla que gracias a las condiciones de humedad y temperatura de la zona podemos cultivar todo el año” comenta orgulloso el agricultor mientras recoge un tomate del suelo y nos lo ofrece.

“Mi familia se dedicaba al arroz. En esta zona, la de El Perelló, la mayoría de nuestros padres y abuelos se dedicaban a ello… pero hubo un boom, y los hijos dejamos de plantar arroz para dar paso al tomate. Las condiciones climatológicas son muy apropiadas y la variedad de tomate de la zona es especial. Tiene un sabor, un color y un tacto distinto. El tomate de El Perelló es conocido no sólo en Valencia, viene gente de fuera buscándolo porque han oído que es muy jugoso y sabroso. Y cuando lo prueban ¡repiten!” comenta orgulloso Antonio mirando su plantación de tomates autóctonos.

Los bañistas antes de volver a casa hacen la compra de la semana

Abandonamos el invernadero para volver al puesto donde hemos dejado a Remedios despachando. La verdad es que cada vez hay más gente haciendo cola y la mujer ‘regaña’ a su marido por estar ‘despachando’ a los compradores.

Vengo aquí cada domingo y cargo fruta y verdura para toda la semana” comenta Encarnación, una mujer de Valencia que suele venir a pasar el día a la playa y a la vuelta a la ciudad aprovecha para comprar en el puesto Antonio y Remedios.

“El producto es muy bueno, el precio inmejorable y ellos – dice señalando a los propietarios – son encantadores. Siempre te dicen que es lo mejor que te puedes llevar e incluso muchas veces Remedios me da recetas de cocina, como por ejemplo confitura de tomate que ya es un clásico en mi casa. Eso sí, tiene que ser con tomate de El Perelló”.

Debe de ser la hora, ya son aproximadamente las siete, pero el parking cada vez está más lleno de gente y todos salen cargados con varias bolsas. Nos despedimos de Antonio y Remedios, que no paran de atender a los clientes, y antes de irnos compramos un kilo de tomates, de El Perelló. Esta noche cenaremos ensalada, de la buena. 

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