Una mujer se encadena al Palau de la Generalitat para exigir respuestas sobre la muerte de su hija

Prace explicó que en el caso de su hija hay «muchas irregularidades» que la empujan a pensar que no está muerta, de ahí su intención de exhumar los restos, que fueron enterrados en una fosa común. «Veintiocho años después de su presunta muerte, me enteré de cuál era la fosa donde está enterrada», afirmó Prace Maxia, que permanece encadenada desde las 18.00 horas del sábado en el edificio de la Generalitat, en la Plaza de la Virgen, junto a una tienda de campaña que utiliza como cobijo durante su protesta.

Según informa Efe, Prace tenía 20 años cuando el 23 de agosto de 1982 ingresó en la antigua Residencia Hospital Sanjurjo (ahora Hospital Peset) donde el mismo día se puso de parto y dio a luz a una niña que nació con malformaciones. Esa fue la única vez que pudo verla, porque el médico del centro no le permitió ver a su hija dado que era muy tarde y ambas tenían que descansar, según relataba Prace Maxia. Al día siguiente la joven madre pidió a las enfermeras visitar a su hija pero solo le dejaron verla a través de la cristalera de la zona de nidos.

Por la noche su marido le comunicó que la pequeña había muerto el mismo día del parto, según le informaron a él los médicos. «¿Cómo la metieron en el nido si ella había muerto la noche anterior?», se ha preguntado Prace Maxia, durante todo este tiempo, y agregó que «hay muchas cosas que me hacen pensar que no murió». Unos días más tarde, Prace volvió al hospital con su marido para pedir el cuerpo de su hija, pero les informaron que ya había sido enterrada en una fosa común, aunque nunca le comunicaron el lugar.

Su caso no es lo único que la ha llevado a encadenarse, aseguró Prace, porque «en España existen más de 300.000 bebés robados cuyos familiares quieren saber que sucedió». Prace Maxia aseguró que no se moverá del Palau de la Generalitat hasta que tenga soluciones y respuestas. «Nos arrebataron a nuestros hijos sin nuestro consentimiento, queremos saber si están vivos o muertos», concluyó.

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