Valencia, entre las ciudades donde más gente busca empleo a través de Cruz Roja

 

 

La mayoría de participantes en el Plan de empleo de Cruz Roja procede de las comunidades más castigadas por el paro, como Andalucía, Extremadura o Canarias, y también de los grandes núcleos urbanos como Madrid, Barcelona, Valencia o Bilbao, «donde ser parado es peor», ya que el coste de la vida es más alto.

La población española que busca empleo a través de Cruz Roja se ha incrementado en un 17 por ciento desde el inicio de la crisis hasta situarse en un 43 por ciento, cuando en el año 2008 la mayoría (un 72 por ciento) eran inmigrantes.

Este es el cambio más significativo en el perfil de la persona que acude al Plan de Empleo de esta organización, que en su mayoría son mujeres (55 por ciento), menores de 30 años (25 por ciento) y con estudios de primaria o de secundaria obligatoria.

Según el balance 2008-2012 de este Plan de Empleo, presentado hoy en rueda de prensa, Cruz Roja ha atendido a 195.000 personas en ese periodo, a las que ha ofrecido formación y apoyo para integrarlas en el mercado laboral.

De ellas, 44.000 han encontrado un empleo, un 65 por ciento mujeres, debido a que «se adaptan mucho mejor a cualquier tipo de trabajo que los hombres», ha asegurado Toni Bruel, coordinador general de la organización.

La mayor parte de los trabajos están ligados al turismo, al comercio o al servicio a las personas y son de baja cualificación, aunque la organización garantiza que no son «empleos injustos».

Bruel ha puesto de relieve que se están agravando las necesidades personales en relación al empleo, ya que las personas que se quedan desempleados ahora «tienen entornos más difíciles» para lograr un trabajo.

«Mucha gente que había salido de la exclusión en tiempos de bonanza vuelve y aparece una nueva población que nunca había estado desempleada» y que no pensaron en tener que acudir a un recurso social para pedir ayuda, ha subrayado.

El coordinador de Cruz Roja ha explicado que la «gente real» que acude a la organización va desde el joven de 25 años que empezó a trabajar en la construcción con 17 años y que se ha quedado en la calle y la secretaria de más de 50 años que tenía éxito en su empresa y que nunca creyó que se iba a quedar sin empleo.

En el primer caso se trata de trabajadores de baja cualificación y en el segundo con cualificación pero no adaptada a las demandas actuales.

Son personas con una vida que creían resuelta y que se ven a un paso de la pobreza, en las que el shock emocional es aun mayor porque «no estaban preparadas» para esto; llegan a Cruz Roja porque se ven en una situación casi extrema y después de agotar otras vías de contención como la familia o los amigos.

También acuden personas que tienen trabajo pero que se trata de «empleos miserables» y están en «situaciones claras de explotación».

Bruel ha querido dejar claro que el hecho de que hayan aumentado los españoles no significa que se haya dejado de atender a los inmigrantes, lo que ocurre es que la población autóctona ha crecido mucho en proporción a los extranjeros.

El número de personas voluntarias que participan en el plan se ha triplicado, al pasar de 703 en 2008 a 2.283 en 2012.

A este respecto, Bruel ha destacado que el mayor aumento se ha producido entre la población jubilada o prejubilada que quieren poner su experiencia a disposición de las personas que la necesiten.

Los resultados del Plan de Empleo, ha resaltado Bruel, han sido posibles gracias a la colaboración de 24.500 empresas y un centenar de instituciones públicas y privadas.

La financiación de este programa procede en un 40 por ciento del Ministerio de Empleo, a través del Fondo Social Europeo; en un 20 por ciento de las comunidades autónomas; en un 15 por ciento de la administración central, en un 7 por ciento de entidades privadas y en un 17 por ciento de fondos propios de la organización.

Conscientes de la importancia de la cualificación profesional, las acciones formativas se han duplicado desde el inicio de la crisis, al tiempo que se ha incrementado significativamente el total de horas formativas.

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