El presidente de la Geenralitat, Ximo Puig

Ximo Puig aboga por un Gobierno reformista de centro izquierda

El presidente de la Comunitat Valenciana y secretario general del PSPV, Ximo Puig, considera que si el Rey le encarga formar gobierno al socialista Pedro Sánchez debe hablar tanto con Podemos como con Ciudadanos, a partir de un programa «de contenido reformista adosado a posiciones de centro izquierda».

Puig, que ha incidido en lo primero es hablar de lo que necesita España y no de quién estará en el Gobierno, ha recalcado que el PSOE debe dirigirse «a los partidos que pueden sumar», porque no es verdad que haya una «mayoría de izquierdas en el Parlamento».

«Los ciudadanos han puesto a cada uno en su sitio y no hay que andarse por las ramas», ha remarcado. Por eso, ha dicho estar «radicalmente en contra de reproducir lo de las dos Españas, pero al revés» y proponer mantener sólo un «cordón higiénico básico, la lucha contra la corrupción.

Esta es la posición que Puig le trasladó a Sánchez en el marco de la ronda de contactos que éste ha mantenido con los ‘barones’ del PSOE, según ha explicado en declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press.

El dirigente socialista cree que «bajo ningún concepto» el PSOE debe permitir una investidura de Mariano Rajoy ni de ningún otro candidato del PP, sobre todo una vez que se ha «evidenciado la situación de vinculación directa del PP con la corrupción». «Eso hace neceario que haya un cambio de Gobierno en España y que quien nos ha traído aquí deje de liderar el Gobierno», ha recalcado. «El PP es tóxico en la Comunitat Valenciana y en España también, porque Rajoy durante mucho tiempo miró hacia otro lado«, ha añadido en declaraciones a Onda Cero.

Puig no ha querido pronunciarse sobre el hecho de que Podemos se defina como progresista y ha subrayado que lo importante son las políticas. «No se trata de hacer una boda para toda la vida», ha recalcado, ni de aplicar «programas máximos, sino un proyecto de Gobierno con tres prioridades: regenerar la democracia, generar empleo de calidad y mantener el Estado del bienestar»..

Sólo después, ha dicho, se verá «qué tipo de Gobierno puede sustentar esa posición» y cómo conviven los distintos partidos. Puig ha puesto en valor que su Gobierno de coalición en la Comunitat Valenciana (con Compromís) y, a modo de ejemplo, ha dicho que en las Corts valencianas Podemos y Ciudadanos han coincidido en algunas propuestas.

Empezar con mal pie

Con todo, ha advertido de que el posible diálogo con Podemos «empezó mal», con su líder, Pablo Iglesias, haciendo al PSOE una oferta que «evidentemente, no era sincera» y que partía del «reparto de carteras» y no de las políticas.

En su opinión, algunas exigencias de Podemos son «perfectamente asumibles», como son el blindaje de derechos sociales o «garantizar que no hay puertas giratorias entendidas como tráfico de influencias», pero, con los resultados electorales en la mano, nadie puede exigir «sobre la base de una autoridad que no le han dado las urnas», ha destacado.

Además, ha reiterado que para el PSOE no es negociable que haya un referéndum de autodeterminación en Cataluña y que no habrá ningún acuerdo con los partidos independentistas para que permitan una investidura de Sánchez. En todo caso, ha recalcado que ellos mismos han dicho que no lo harán.

Además, ha advertido contra las presiones y la exigencia de precipitación, subrayando que en España hay incertidumbre, pero no inestabilidad, y es importante «hacer las cosas bien, tener claras lo objetivos y no quemar etapas».

Puig comparte la opinión del expresidente Felipe González de que los partidos no han leído bien el resultado electoral, pero no cree que el PSOE deba permitir que el PP siga en el Gobierno, por su balance de desigualdad y de corrupción.

El presidente del Consell ha augurado que el Comité Federal de mañana hará un análisis de la situación política y de las posibilidades de pactar y de facilitar un Gobierno estable en España, que irá en la misma línea de la resolución ya aprobada el 28 de diciembre.

En cuanto a la fecha del Congreso del partido, ha admitido que estará condicionada por la gobernabilidad. «No somos un fin en sí mismo sino un instrumento para mejorar la vida de las personas, no podemos intentar hacer una doble agenda que no sea capaz de priorizar lo prioritario», ha resumido.

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