La exalcaldesa de Valencia Rita Barberá ha asegurado que no dimitirá de su cargo de senadora territorial «pese a las ansias irrefrenables de la izquierda para que desaparezca de la política, porque no se de lo que se me acusa». Así de contundente se ha mostrado en su primera comparecencia pública para dar explicaciones tras la investigación de la ‘Operación Taula’, en la que ha negado haber ordenado o contribuido al blanqueo de dinero en su grupo municipal.
Al respecto, ha insistido en que desconoce de qué se le acusa. «Existe secreto de sumario y ese es el quid de la cuestión», ha argumentado. A lo que ha matizado: «No he hecho ningún delito o ilícito, pero sí he sufrido condena mediática». En este sentido, ha manifestado que «si dimitiera asumiría una culpabilidad de algo que no he hecho, y las normas están para cumplirlas». No obstante, Barberá ha aseverado sentirse indefensa ante las informaciones vertidas sobre ella y ha asegurado estar cansada y dolida. «Ya está bien de filtraciones sumariales e indefensión. Urge recuperar la presunción de inocencia y legislar sobre las filtraciones de un caso de sumario», ha recalcado en varias ocasiones.
Con este argumento, que ha centrado gran parte de su comparecencia, Barberá ha puntualizado que no ha participado en ningún caso de blanqueo.»No he conocido ni ordenado, ni en el grupo municipal ni en ninguna parte, cajas b». «Lo digo así, sin rubor. La caja b de la alcaldesa se ha escrito y la alcaldesa no la ha tenido. Nadie me entregó ninguna llave porque nunca hubo una caja b. Todo lo que se ha dicho es falso», ha señalado.
Con el mismo tono y discurso defendiendo su inocencia, ha subrayado: «Soy una persona honrada con una alta consideración del valor del humanismo, que heredé de mi padre. No soy una persona corrupta ni desde el punto de vista económico ni moral. Son acusaciones infundadas, maliciosas y profundamentas falsas». Asimismo, ha puntualizado que durante sus 24 años de gestión no han habido mordidas porque todas las adjudicaciones, ha asegurado, pasaban por la mesa de contratación bajo la supervisión de los más altos técnicos.
Sobre su condición de aforada, a su juicio, el aforamiento ante el Tribunal Supremo «no significa ni impunidad ni blindaje sino únicamente que, en el caso de que se le tuviera que juzgar, que su causa correspondería al Tribunal Supremo, que es un órgano formado por los juristas más acreditados y de mayor prestigio y donde acaban todos los casos vía recurso. En relaciòn a la petición de comparerencia en las Corts ha sido, también, muy clara: «No me someteré a tribunales populares e insconstitucionales de la izquierda radical».
En uno de los momentos de su intervencion, la exprimera edil se ha adelantado a las preguntas de los periodistas y ha señalado que su postura no es comparable a la de Esperanza Aguirre. «Aguirre dimitió como presidenta del PP madrileño. No es lo mismo, porque yo no ostento ningún cargo orgánico», ha apostillado acusando a algunos de sus compañeros de partido de precipitarse al pedir su dimisión.
Barberá ha salido a dar la cara ante los medios de comunicación, en la propia sede del PPCV, en la calle Quart, insistiendo en su inocencia, asegurando sentirse indefensa y víctima de una condena mediática. Bajo esta premisa, no ha dudado en pedir a los valencanos su confianza.»Lo que hoy me está pasando a mí les puede pasar a otros. Estoy orgullosa de lo que he hecho», ha concluido en este sentido.