Las naranjas que come el Rey

 

Allá por el año 1998, cuando España todavía vivía en la peseta y palabros como Google, Smartphone o e-commerce eran más un trabalenguas que una realidad, una familia citricultora valenciana tuvo la pionera visión de utilizar Internet para vender sus propios productos, en este caso las naranjas de sus campos ubicados en la localidad de Cullera. Desde entonces, se han convertido en todo un referente tanto de la agricultura como del emprendimiento empresarial. En 2012 facturaron cerca de 345.000 euros con una producción de 20.000 kg, cifras que al menos esperan repetir en 2013, “porque con la crisis el consumo es pequeño”.

“Del campo no podíamos vivir, teníamos pensado abandonarlo por lo poco que pagaban por cosecha cuando escuchamos hablar de Internet”, relata Federico Aparici, fundador de Naranjas Lola, quien junto a su mujer, Dolores Colomer- quien da nombre a dichas naranjas- decidieron lanzar el primer negocio español de venta de naranjas por Internet. “No podíamos permitirnos abrir una tienda, pero con Internet se nos presentaba la posibilidad de tener una tienda abierta 24 horas al día y sin pagar alquiler”, añade Aparici.

Los principios, fueron duros, “nunca hemos recibido el apoyo de ninguna institución ni asociación, aunque tampoco la pedimos”, declara. De hecho los primeros años apenas cubrían gastos para pagar las 24.000 pesetas que costaba el alojamiento web de la página. Además, cuenta Federico, que a finales de los 90 los valencianos- y españoles- no estaban familiarizados con el pago a contrareembolso, porque “no se fiaban”, por lo que decidieron dar un voto de confianza a sus clientes: “fuimos los primeros en el mundo en no cobrar al cliente en el momento de la reserva del pedido, nosotros enviábamos las naranjas y si les gustaban nos las pagaban, sino, no”, recuerda el emprendedor.

Paso a paso, como si se tratase de una carrera de fondo y gracias al boca a boca, Naranjas Lola ha conseguido hacerse un nombre, y qué nombre: no sólo venden a Inglaterra, Francia o Alemania, sino que sus naranjas se comen en las mejores mesas del país. Entre sus clientes tienen al mismo Rey de España, ya que venden sus productos a la frutería Vázquez de Madrid, conocida por ser proveedora habitual de la Casa Real. El fundador de Inditex, Amancio Ortega, las mejores fruterías y hoteles de la nación o hasta 50 restaurantes galardonados con la estrella Michelín o cocineros como Ferrán Adriá, Andoni Aduriz o Martín Berasategui, aparecen en su lista de clientes.

El método del éxito es simple: tras recibir un pedido en su página web www.naranjaslola.com, un miembro de la familia Aparisi va a sus campos ubicados en la zona de Cullera ese mismo día, recolecta los cítricos y en menos de 24 horas después, las naranjas están en cualquier mesa de España o del extranjero. Para poder darse el gusto, la empresa tan sólo exige un pedido mínimo de una caja, unos 15  kilos, que ronda los 30 euros, “la calidad hay que pagarla” afirma Federico. Esto asegura que lleguen con todo el sabor, sin procesos de conservación artificiales, sólo naranjas naturales, como si uno mismo las acabara de coger de un árbol y con el sabor de antes. También se pueden comprar otros cítricos, como mandarinas, limones o pomelos, además de tomates o melones.

Asimismo, Naranjas Lola, ha lanzado hace unos meses una nueva gama de productos artesanos, se trata de cocas y mermeladas caseras elaboradas siguiendo las recetas que la familia Aparisi ha utilizado desde hace generaciones.

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