Cócteles de cine para recuperar destilados nacionales

 

Esta estrecha conexión entre combinados y cine ha llevado a una conocida destilería a reinventar conocidos cócteles con dos bebidas tan españolas como el anís y el brandy, inspirándose en películas y con el objetivo de recuperar la mixología a la hora del aperitivo, más allá de la cerveza y el vino.

Los encargados de diseñarlos han sido los cocteleros Sergio Freile y Pedro Martínez, de la Asociación de Barmans de Madrid, quienes defienden el uso de esos destilados nacionales y la recuperación del cóctel como aperitivo.

«La función del aperitivo es abrir el apetito. Por eso suele ser un trago corto, generalmente con alcohol, que por su amargor y acidez preparan el estómago para la comida. La cerveza no es recomendable porque empacha», ha explicado hoy a Efe Pedro Martínez, al frente de la barra del madrileño Beber de Cine.

La inspiración ha venido del séptimo arte -«en cuántas películas hemos visto al protagonista tomar un cóctel mientras espera a su pareja», apunta- y de la tendencia «retro» que marca la mixología actual. «Vuelven a estar de moda cócteles como el old fashioned o el ramos fizz, que saltaron de las barras a las pantallas y se popularizaron. Como en el cine y en el cómic, esa línea ‘retro’ llega ahora a la coctelería», explica Martínez.

De ahí el uso de bebidas como el anís y el brandy, que buscan su protagonismo en la que antaño se conoció como la «hora del vermú». Destilados que imprimen su personalidad a los cócteles y que son «aptos para todos los públicos si se presentan de una forma sugerente y atractiva». «La coctelería actual está muy asociada a la alta cocina y puede pensarse que es cara. Pero con el anís y el brandy se consiguen combinados muy asequibles», asegura.

Por ello, basándose en el popular margarita que creó un camarero de Tijuana en honor de Rita Heyworth -Margarita Carmen Cansino antes de su salto a Hollywood- propone el anís sweet & dry, una combinación con anís seco, sour mix y sirope de chocolate, «muy apropiado para tomar antes de zambullirse en la piscina o en el mar».

También el anís sunrise, donde el tequila se sustituye por el destilado nacional, mezclado con zumo de naranja y granadina. «Refrescante para el verano por sus matices cítricos», explica Pedro Martínez.
El coctelero Sergio Freile, también sumiller de Comer de Cine (Madrid), es un férreo defensor del brandy en los combinados, porque «frente a la neutralidad de la ginebra o el vodka, este destilado de uva, de gran calidad, aporta muchos matices».

Convencido de que Pedro Almodóvar o Carlos Saura popularizarían los cócteles con anís o brandy con sus películas, como hicieron directores estadounidenses con el bourbon y el whisky, aboga por el protagonismo de los combinados en el aperitivo, «como pasa en Italia con el negroni», ya que debe ser una bebida «que abra el apetito y en la que el azúcar no transtorne las papilas gustativas».

Entre sus propuestas están el «cóctel aperitivo por excelencia», una revisión del old fashioned, el primero del que se tiene referencia escrita, en 1806, y puesto al día «al estilo Don Drapper en la serie ‘Mad Men'» con brandy, azúcar mascabado, angostura, soda y piel de naranja, ha detallado.

También un brandy fizz basado en el clásico ramos fizz que ayudaba a inspirarse a Teneesse Williams, donde el destilado de vino sustituye al bourbon y se mezcla con sour mix (limón y azúcar), nata líquida, clara de huevo, agua de azahar y soda.

«El brandy es algo muy nuestro y no lo estamos explotando como se debiera en coctelería, porque aporta más color, pero también un sabor más complejo», sostiene.

La iniciativa de recuperar la coctelería en un «Verano de Cine» parte del Grupo Osborne, que comercializa marcas como Magno, amparada bajo la denominación específica Brandy de Jerez, y Anís del Mono, entre otras. 
 

 

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