La Generalitat Valenciana, a través de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, ha hecho públicas una serie de recomendaciones para protegerse en esta jornada de temperaturas extremas.
Se trata de beber mucha agua y líquidos son alcohol ni cafeína, especialmente si se realiza un esfuerzo físico. Abstenerse de las bebidas alcohólicas y con cafeína ya que aumentan la pérdida de líquidos. Tampoco es recomendable tomar líquidos excesivamente fríos ni azucarados.
Comer abundantes frutas y verduras y reducir las comidas ricas en proteínas como las carnes. Usar ropa ligera, no ajustada, que cubra la mayor superficie posible y de colores claros. Utilizar protección para los rayos solares, evitar tomar el sol a las horas de máxima radiación, siempre con protección solar y, se aplicará la crema en las zonas expuestas 30 minutos antes y, proteger la cabeza.
Evitar las actividades en horarios de temperaturas altas, comenzar de forma lenta el ejercicio y aumentarlo de forma gradual. Si se nota cansancio, mareos, confusión o síntomas de desmayo, es conveniente interrumpir la actividad y descansar en un lugar fresco o, al menos, a la sombra.
Vigilar a los niños y los ancianos. A partir de los 65 años se comienza a perder la capacidad de responder a los cambios de temperatura y también pueden tener alterada la percepción de la sed. Es esencial comprobar su estado y su ingesta de líquidos.
GRUPOS DE RIESGO
Durante la jornada de temperaturas elevadas los grupos de riesgo a los que hay que prestar especial atención son las personas mayores, que son más vulnerables ya que sus sistemas de termorregulación son menos eficientes y pueden presentar dependencia físicas; las personas con enfermedades crónicas (diabetes, insuficiencia cardiaca, respiratoria, renal, hepática…), que puedan descompensar su situación clínica y empeorar súbitamente por el calor; los niños, las personas con movilidad reducida o con obesidad, los deportistas y las personas que realizan trabajos o esfuerzos físicos importantes y soporten altas temperaturas. Este último año, la bibliografía científica también aconseja vigilar la relación salud-temperatura de las embarazadas.