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El frío y los sabañones

El frío y los sabañones. Con el frío intenso del invierno vuelven los sabañones, unas lesiones que aparecen, sobre todo, en las manos, los pies y las orejas. Un sabañón es la inflamación de los vasos sanguíneos por la exposición de la piel al frío húmedo. Los sabañones provocan enrojecimiento, picor y ampollas en los dedos de las manos y los pies, la nariz o las orejas.

La causa principal es la sensibilidad al frío. Es probable que las personas que padezcan eritema pernio tengan cierta predisposición inherente a éste, ya sea como resultado de un sistema vascular hiperactivo o de sensibilidad local al frío.

Pero no solo la exposición al frío es necesaria para esta patología, sino también que existan factores constitucionales, tales como anemias, tonicidad muscular baja, metabolismo basal reducido e hipofunción ovárica y alteraciones de la circulación periférica. Se observa con mayor frecuencia en niños, mujeres y en los ancianos con enfermedad vascular periférica.

El eritema pernio crónico aparece cuando una persona propensa se expone repetidamente al frío. se producen lesiones cutáneas recurrentes y crónicas que son eritematosas, ulcerativas y hemorrágicas, dejando a menudo cicatrices residuales.

CLÍNICA

Un primer grado donde comienza una sensación de hormigueo y ardor de dedos, la piel se torna cianótica y sobreviene un intenso prurito que se vuelve insoportable. La persona, al rascarse en busca de alivio, se irrita acentuando los síntomas de lesión.

Un segundo grado donde es evidente una marcada tumefacción, la piel se torna hipersensible, formándose pequeñas vesículas por extravasación de los capilares linfáticos. al abrirse las vesículas y agrietarse la piel debido a la inflamación, pueden producirse ulceraciones y complicaciones infecciosas.

En el tercer grado aparecen úlceras que exigen un tratamiento severo. Las úlceras se abren y las lesiones con posibilidad de infección y la pérdida de sustancia convierten esta afección en un caso clínico grave.PREVENCIÓN

Para prevenir los sabañones se recomienda:

Evitar la exposición al frío.

Realizar ejercicio físico con regularidad.

Usar ropa aislante adecuada.

Prescindir del tabaco.

Incrementar la ingesta de alimentos con vitaminas C y A ya que ayudan a restaurar los tejidos dañados.

Consumir alimentos ricos en vitamina D, estimulan la circulación.

Masajear las zonas propensas para estimular el flujo sanguíneo.

Aplicar cremas hidratantes que palíen la sequedad de la piel.

No exponer las manos ni los pies directamente a la estufa o al radiador pues los cambios bruscos de temperatura aumentan el riesgo de que se generen estas lesiones.

TRATAMIENTO

No hay tratamiento específico para el eritema pernio. Las medidas profilácticas consisten en protegerse debidamente del frío.

Se debe evitar la ingesta de bebidas alcohólicas, la nicotina del tabaco y la cafeína, ya que producen una vasodilatación inicial seguida de una vasoconstricción periférica que empeora el riego sanguíneo.

Se recomienda la aplicación de luz ultravioleta B por periodos cortos en 3 dosis semanales previas al inicio del invierno para evitar los episodios agudos.

Con luz ultravioleta B se produce una menor contracción de los vasos sanguíneos, que se mantiene por varios meses, corrigiendo el vasoespasmo. En las lesiones no ulcerativas se recomienda el masaje y la aplicación de aceites tibios y/o fenolftaleína. en las heridas y lesiones ulceradas se aconseja limpieza local, antibióticos tópicos, antipruriginosos y reposo. Por vía oral, se recomienda los siguientes vasodilatadores: fenoxibenzamina, nicotinamida, dipiridamol, nifedipino, pentoxifilina. Todos ellos asociados al ácido acetilsalicílico en dosis de agregante plaquetario.

Texto por Jose Rubio Valls

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