Encuentran el mecanismo que origina la fibrosis renal y la clave para tratarlo

Un equipo de investigadores del Instituto de Neurociencias, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Miguel Hernández de Elche, encuentran en los ratones el mecanismo que origina la aparición de la fibrosis renal, y con ello, la clave para tratar a los enfermos.

Según las investigaciones realizadas, el roedor revela que gracias a la activación de un gen denominado “Snail”, esencial en la formación de muchos órganos y que debe desactivarse cuando llegamos a ser adultos, es determinante para la aparición de esta enfermedad. Por ello la investigadora del CSIC en el Instituto de Neurociencias y responsable del estudio, Ángela Nieto afirma que esta patología se puede atenuar si se inhibe la activación del gen, «ya sea usando herramientas genéticas o inhibidores de Snail incluso después de que la fibrosis se haya desarrollado». Es decir, que «puede ser una enfermedad reversible».

La fibrosis renal provoca la paulatina degeneración del riñón llegando incluso a provocar su fallo. Esto es debido a la acumulación de fibras de colágeno, desencadenante de dicha patología que induce a la inflamación y a la degeneración de las células. Estos síntomas aparecen en enfermedades renales cónicas como los trastornos autoinmunes, la obstrucción urinaria, el deterioro de trasplantes de riñón o la inflamación crónica del mismo.

Actualmente no existe un tratamiento con el que sea posible poder recuperar la función renal, y las personas que lo padecen deben someterse a diálisis o directamente sustituir al orégano dañado por otro.

Nieto también ha explicado que durante el desarrollo del embión y la progresión del cáncer “se generan células no diferenciadas y móviles que viajan a otras zonas del organismo para formar tejidos normales o nuevos tumores». En cambio, la activación de este gen en el riñón adulto hace que las células «se desdiferencien y no puedan realizar su función».

Este trabajo ha sido publicado en la revista ‘Nature Medicine’.

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