Nelson Mandela, héroe de la democracia sudafricana y símbolo de la lucha contra el apartheid ha fallecido esta tarde en su domicilio de Johanesburgo, Sudáfrica, a los 95 años de edad. Una infección pulmonar que padecía desde hacía varios años y que le obligó a ser hospitalizado de gravedad el pasado mes de marzo ha sido la causa del fallecimiento del conocido activista.
Mandela pasó casi tres décadas en prisión tras ser declarado culpable de sabotaje de intentos de derrocar al gobierno en su lucha en contra del apartheid, un sistema de separación racial.
Quedó libre en 1990 y cuatro años más tarde se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica. En 1993 fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz.
Mandela «falleció en paz», según ha informado a través de la televisión pública el presidente sudafricano Jacob Zuma. «Nuestro pueblo ha perdido a un padre, aunque sabíamos que este dia llegaría, nada puede disminuir el sentido de una pérdida profunda”. El presidente ha calificado a Mandela como «el hijo más importante» de Sudáfrica, y ha anunciado que el Nobel de la Paz recibirá un funeral de Estado.
Su historial de problemas pulmonares se remonta a la época en que estuvo en la cárcel en Robben Island. En septiembre pasado dejó el hospital, donde había estado desde junio, por una infección pulmonar. Su exesposa, Winnie Madikizela-Mandela, ya confirmó el pasado mes de noviembre que Mandela no podía hablar porque tenía tubos que le ayudaban a limpiar sus pulmones, y utilizaba gestos para comunicarse.