Los clubes de fans migran a las redes sociales

 

A principios del siglo XX muchas personas se unían para celebrar el estreno de una película de su estrella favorita y hablar sobre la misma. De esta manera se ponían en contacto con su ídolo, según cuenta Samantha Barbas en su libro ‘Movie Crazy’. En pleno siglo XXI, y con una disponibilidad completa en las redes sociales, los clubes de fans han cambiado su escenario de participación, pero siguen compartiendo la esencia de sus inicios.

La comunicación, punto clave

El hecho que hace que un club de fans funcione es la comunicación entre los miembros. Es por este motivo que en los últimos años las redes sociales han cobrado tanta importancia. Están los grupos típicos sobre cantantes, deportistas y modelos, pero la red ha permitido la proliferación de seguidores de series de televisión, personajes ficticios, libros e incluso de la primera dama china.

La red ha permitido que estar informado de todo aquello que nos gusta esté a un simple clic de distancia, y lo que antes necesitaba de mucha pasión y empeño –mandar cartas por correo, acudir a citas en otras ciudades– ahora se consiga con un dispositivo con conexión a Internet.

Aunque la mayor parte de la actividad de estos clubs hoy en día se realiza en la red, todavía se mantiene la esencia de esos grupos de reunión para discutir, comentar y pasar un tiempo con personas que comparten la misma afición. “Durante años realizamos quedadas de fans en la plaza de toros de Valencia, y nos reuníamos para hablar, comentar las noticias y promocionar al grupo” cuenta Anabel Bolado, administradora de un club de fans de Tokio Hotel “Hemos conseguido salir incluso en la radio gracias a nuestra promoción de la banda”.

La generación del ‘Me gusta’

“Antes hacíamos muchas reuniones, pero ahora casi todo se mueve por Internet” confiesa Anabel. Actualmente los clubs de fans se mueven en Internet casi al 100% y las acciones de reunión se reducen al mínimo “ahora casi sólo nos vemos para los conciertos”.

Internet ha mejorado la comunicación entre seguidores de distintas partes del pais –y del mundo– pero lo que no podrá superar es el hecho de acudir a un concierto, un partido o una competición y disfrutar de tu ídolo favorito junto con otras personas que comparten esa misma afición. 

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