¿No te sientes espiado?

 

 

Aún estamos en pleno huracán del Caso Snowden. Según este ex consultor de la NSA, el gobierno de EEUU monitoriza todos los mensajes, mails, videos, grabaciociones de voz , teniendo acceso a los servidores de Microsoft, Google, Facebook o Apple.

La seguridad de nuestros ordenadores y dispositivos móviles está continuamente amenazada. En el momento que entramos en una red wifi abierta, estamos enseñando el contenido a no sabemos quien ni sabemos con qué intenciones.

Hablamos con José Rosell socio director de S2 Grupo, una de las más importantes empresas de españolas de seguridad informática y radicada en Valencia. Sus desarrollos informáticos protegen a empresas y particulares de Europa y América.

“No hay conciencia de seguridad, los robos de información tanto de dentro como de fuera de la empresa se producen diariamente. Antes necesitabas un camión, ahora con un USB te llevas toda la información sensible de la empresa.”

La seguridad dentro de las empresas no es un tema que se tome con la seriedad con la que se encaran otros aspectos.

“El ciberespionaje es barato y muy rentable y desgraciadamente puede quedar impune ya que si se produce una infiltración desde Catarroja, puedo asegurarte que iremos a por ese hacker, ahora bien, si eso sucede desde Pekín, la cosa se complica…”

Existen muchos tipos de programas espía. Podemos clasificarlos según su finalidad, plataforma de desarrollo, controlador, etc… el programa espía más común es el que se instala en nuestro ordenador sin nuestro permiso, recopila información de nuestras actividades y las manda a un ente ajeno que comercializa esa información: claves de seguridad, tarjetas o hábitos de navegación.

Hay también otra categoría de programas cuya finalidad es la de monitorizar el comportamiento de los usuarios. Estos programas que se instalan en cualquier dispositivo son capaces de registrar copias de conversaciones telefónicas, chats, mails SMS o sonido ambiente. Y no es necesario que ningún gobierno esté detrás de estos seguimientos virtuales. Una empresa que no se fía de sus empleados, un padre preocupado por las andanzas de su hijo o un marido celoso pueden estar detrás de estas vigilancias no deseadas.

“Esas prácticas para que sean legales han de ser conocidas por aquel que va a ser monitorizado. Por ejemplo en nuestra empresa se firma un acuerdo donde se especifica todo esto. Las comunicaciones son inviolables, incluso las de los niños, no lo olvidemos. Si se me ocurriera interferir las comunicaciones de empleados sospechosos, estaría delinquiendo», afirma José Rosell.

Lo cierto es que en internet pueden encontrarse este tipo de programas, algunos de ellos incluso gratuitos. Afortunadamente también hay una legislación que cada vez contempla con más dureza los delitos cibernéticos

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