Tal día como hoy nacía uno de los pintores más relevantes del panorama español, y gran maestro valenciano de la pintura impresionista: Joaquín Sorolla y Bastida.
Cuando Sorolla contaba con apenas dos años fallecieron sus padres, y su hermana Eugenia y él fueron criados por su tía Isabel, hermana de su madre. Desde bien pequeño se apreció en el pequeño Joaquín una gran destreza con la pintura.
Compartió estudio en la calle Avellanas, número 12 de Valencia con José Vilar, Torres Benlliure y Pinazo desde donde comenzó a enviar sus obras a concursos provinciales y exposiciones nacionales de bellas artes. En 1883 consiguió una medalla de la Exposición Regional de Valencia; y empezó a cosechar el éxito en su ciudad con la obra El crit del palleter sobre la Guerra de la Independencia. Fue becado por la Diputación Provincial para viajar a Roma para continuar con sus estudios plásticos.
Viajó por toda Europa conociendo las diversas influencias artísticas de cada lugar y en 1888 regresó a Valencia para contraer matrimonio con Clotilde García. Tras casarse se instalaron en Madrid, donde Sorolla alcanzó cierta fama y prestigio como pintor. Por aquel entonces Valencia le nombró hijo predilecto y meritorio de la ciudad y le fue dado su nombre a una calle.
Tras muchos viajes por Europa, principalmente a Inglaterra y París, expuso su obra en Nueva York en 1909. En noviembre de ese mismo año firmó un encargo para la Hispanic Society of America para quien realizo catorce murales que decorarían las salas de la institución – estos murales se conocen como Visión de España y fueron expuestos con gran éxito en nuestra ciudad hace un par de años.
En 1914 terminó los trabajos para la Hispanic Society of America y fue nombrado profesor de composición y color en la Escuela de Bellas Artes de Madrid. En 1920, mientras pintaba un retrato en el jardín de su casa, padeció un ataque de hemiplejía que mermó sus facultades físicas y mentales. Murió el 10 de agosto de 1923 en su casa de Madrid, ahora reabierta como Museo Sorolla.