«Mi arquitectura se ha vuelto muy simbólica. Lo que intento con mi arquitectura es que emocione y haga feliz a sus ocupantes, y el simbolismo me ayuda muchísimo. Esta idea de una casa en forma de pelota le entusiasmó a Messi, porque entendió que se relacionaba mucho con él», relata el arquitecto.
Padre de un niño (Thiago) de un año, el jugador parece que ha decidido arraigar en Barcelona, donde se asentará en una gran casa en la zona exclusiva del barrio de Pedralbes, por encima del Camp Nou.
El arquitecto ha señalado que intenta conseguir «la esencia de una persona con formas intrínsecamente relacionadas a ella. El símbolo más importante de Messi es la dualidad, el tesón y la autoexigencia. Es una persona que ha ido de poco a más y se ha tenido que exigir a sí mismo muchísimo».
«El principal simbolismo de su casa es la dualidad: lo etéreo y lo macizo, el agua y la tierra, la derecha y la izquierda. Todo el proyecto tiene dos caras. Y después hay símbolos evidentes, como en número ’10’, el balón de fútbol… en la casa hay casi veinte símbolos», ha señalado el arquitecto valenciano, Luis de Garrido, quien explica que la casa es desmontable, porque está compuesta de «elementos prefabricados».