El Levante tiene todo acordado con Samuele Longo. El futbolista había dado su visto bueno para jugar en la entidad granota. Tan solo faltaba que Quico Catalán pactara con el Inter de Milán las bases de la cesión.
La ficha del futbolista hasta final de temporada ascendía a más de 200.000 euros. Cifra que el Levante no quiere asumir. Lo que ha intentado desde un primer momento el máximo mandatario granota es reducir el montante de la operación. La idea es que la entidad de Orriols pagara lo menos posible por la cesión del ariete italiano.
Pero el Inter de Milán no cede a las pretensiones del presidente valenciano y las arcas del Levante no están preparadas para excesos. Estaba previsto que el punta llegara a Valencia hoy lunes. Pero la falta de acuerdo entre los dos clubes ha hecho que se quede en Italia.
A pesar de esta situación, el agente del futbolista no quiere tirar todavía la toalla. La parte del jugador espera que mañana los dos clubes se vuelvan a poner en contacto para intentar llegar a un acuerdo para firmar la cesión. Pero lo cierto es que lo que antes parecían unos pequeños flecos se han convertido en unas diferencias que pueden romper la operación.