Hoy rompo el pase

Los aficionados del Valencia CF tienen motivos para «romper el pase», uno de los dichos populares clásicos de Mestalla. Esa frase era real como la vida misma. Cuando el equipo no funcionaba, el seguidor demostraba su enfado rompiendo un pase que minutos más tarde era pegado con pegamento o cola de la época. Era la manera más radical de exteriorizar un enfado y también la más llamativa. Aquellos cartones que se picaban daban mas juego que las tarjetas de plástico actuales.

El sufrido seguidor tiene motivos, decía, porque está un poco harto de todos. De los que han mandado, de los que mandan, de los que gestionan la Fundación, de los patronos, de los periodistas, de los políticos… De todos.

Un día es el fin del mundo y el otro la gloria. Todos dimiten y los bancos, Bankia, son los culpables. Cinco horas después llegan los abrazos, aplausos y dialogo. Los esperpentos se van desarrollando, sin prisa pero sin pausa. Los dias van pasando sin vislumbrar una pequeña solución y unos y otros pasean sus miserias con la poca clase, o no, que les queda.

Aurelio Martínez, presidente de la Fundación, ha amagado con dimitir más veces que victorias tiene el equipo. Hay que agradecerle que siga de pie, pero que deje de ser por momentos un títere. Es cierto que el pensó que esto del fútbol era fácil, es cierto que cuenta con el apoyo moral de una sociedad que le ve capacitado para ello, pero también es cierto que el fútbol esta sacando a relucir sus carencias y eso no debe ser agradable.

El presidente Salvo sigue con la ilusión de ser el nuevo “Palleter” del valencianismo, pero creo que ni puede ni debe. Sus trucos malabares se han quedado en eso, trucos malabares. Bankia sigue cediendo lo justo. Casi nada. Esperando ofertas y deseando quitarse el muerto de encima, porque el Valencia ahora es un muerto.

Los políticos, ay los políticos. Estos siguen jugando el juego del «estoy pero no me ves». No se mojan ni con el diluvio. Hasta que el agua les llegue al cuello, que puede ser, y entonces sacaran a relucir el decálogo de ineptitudes más grande que ustedes conocerán.

Luego están los “periodistas”. Gremio al que pertenezco por estudios y vocación y que, día a día, me entristece y me indigna más. Todo vale si el fin es bueno para mi. Triste.

Y luego están ustedes, los que sacrificaron sus ahorros para comprar acciones. Los que siguen las informaciones de su equipo con fe inquebrantable. Los que lloran las derrotas y brindan por los triunfos. Los que intentan educar a sus hijos con el respeto por su equipo y por sus colores. Vamos, los que sienten el valencianismo desde el corazón.

Todos juntos pero no revueltos. Y lo peor es que nadie es consciente que la continuidad del club esta en el aire y que todo puede saltar. El presente asusta; ojala el futuro sea eso, futuro.

 

Carlos Egea (@cegeavivo)

Periodista NOU Radio

 

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