Lo del césped lo vio todo el mundo, y es fácil encontrarlo en crónicas como la que contiene VLC NEWS, pero en estos tiempos oscuros para el valencianismo no sólo hay partidos de fútbol. Porque anoche, antes del partido entre Málaga y Valencia se disputó otro más entre Bankia y Amadeo Salvo. Como le pasa al equipo de Pizzi, el presidente ‘ché’ tampoco encuentra el camino hacia la victoria.
Y eso no le gusta, puedo asegurarles. Y le cabrea mucho, y le está haciendo vivir días muy complicados y de mucha tensión al frente del Valencia CF ante la decisión de mayor calado en la historia del club, como aseguraba un miembro con peso en la entidad durante la mañana en el hotel de concentración.
La cara de Salvo reflejaba todo el estrés y el desgaste asimilado tras la reunión a cuatro bandas en Madrid, donde siguió jugando su particular encuentro contra Bankia manteniendo a Peter Lim como pieza clave que le debe dar el triunfo final. Pero éste no llega, por mucho que él mantenga el discurso de que la oferta del millonario de Singapur sigue siendo «la única». Así lo aseguró a su llegada al estadio de La Rosaleda, con casi veinte minutos de juego en el reloj del marcador y tras bajarse del coche que le había recogido.
Parco en palabras, remitiéndose a la Asamblea informativa del próximo viernes y apelando a la confidencialidad que, en una muestra de la confusión que atrapa al Valencia en la actualidad, se saltó justo antes de entrar por el acceso de autoridades cuando se refirió a la propuesta de Lim.
Luego ya sólo se le pudo ver penar en el palco mientras su Valencia, el que comandan Pizzi y Rufete, se volvió a dar de bruces contra una falta de gol preocupante. Por zona mixta ni rastro de su figura, pero sí de un manager general deportivo que llega y se va subido en el autobús de los jugadores. Con gesto más relajado que en la previa, casi como si tuviera claro que los problemas ofensivos tocarán a su fin con la llegada del deseado Vargas. Sólo ‘Rufo’ sabe al cien por cien si eso podrá ser antes del próximo partido de Liga.
Con una lluviosa Málaga ya en el pasado, se abre una nueva ventana para que Amadeo Salvo siga dándolo todo por lograr que Peter Lim le de la tan ansiada, y que cada vez parece más lejana, victoria contra Bankia. Y cuidado, y no menos importante, para que el Valencia vuelva a celebrar sobre el verde de un terreno de juego. La capital de la Costa del Sol no fue una buena parada para nadie…