Para el político y dirigente deportivo, que nunca ha escondido su ilusión por presidir algún día el Valencia CF, «prolongar la agonía es muy complicado», ya que «alargar la deuda de 300 millones de euros a veinte años supondría hacer amortizaciones de 25 millones de euros anuales», explicó durante la rueda de prensa en la que presentó unas becas europeas de la Diputación. Entiende que aunque el Valencia es un tema «deportivo y de sentimiento», si no se pone dinero «no se puede sostener».
Pero además de valorar la dramática situación institucional de la entidad, también se refirió directamente a protagonistas de los últimos días. Al primero de todos al que ‘atizó’ fue Amadeo Salvo, el presidente valencianista que el pasado martes recordó en varias ocasiones que ni la Generalitat ni Bankia tienen potestad para vender. Según Rus, Salvo debería tener en cuenta que fue la Generalitat quien «le puso al frente del Valencia» además del dinero del aval, y Bankia es «a quien se le debe el dinero».
Además, ha cuestionado que Salvo diga ahora que va a buscar un comprador, cuando «hace tres meses» que lo tendría que haber buscado. «Si no se vendiera, mejor que mejor, porque significaría que tendríamos capacidad económica para poder mantenerlo, pero se ha demostrado que no es así», ha resaltado Rus, quien también ha destacado que «la banca es la banca».
Ha reivindicado que la Generalitat, «con buen criterio», apostó por el Valencia y le avaló en un momento en que «iba a desaparecer por una mala gestión económica anterior», lo que supuso «la salvación» de un club que tenía que aportar 80 millones «y no los ponía nadie», lo que habría significado que se cerrara «la persiana». Así que, según Rus, «lo que no sería correcto es que la Generalitat ahora tuviera que pagar un dinero, cuando se ha cerrado Canal 9 y a los dependientes no les llega en día y hora el dinero», aseveró.
Sobre la alcaldesa de la ciudad de Valencia, Rita Barberá, se refirió con las siguientes palabras: «Hablar del dinero de los demás es lo más grande del mundo y muy fácil», espetó en relación al posicionamiento en contra de la venta que ayer lució Barberá. «Siempre ha habido un amo del Valencia, y ahora están preocupados por si viene otro amo. El problema no es que venga otro amo, es que o se paga o no se paga, y el fútbol es así», remarcó el dirigente del Olímpic de Xàtiva.
Respecto a la incertidumbre sobre el futuro dueño del Valencia, tan sólo se limitó a decir que esa persona que venga a poner «400 millones de euros» lo hará para poder mantener y «aumentar la categoría del club y dejarlo en primera línea», manifestó el político valenciano. A la vez, pide una «auditoría» para que el que venga a gastarse el dinero pueda saber «lo que tiene y lo que no tiene». Mientras eso ocurre, él es partidario de estar «enfadado» por el mal juego del equipo, contrario a la actitud «pasota» que muestran muchos aficionados dolidos con la marcha actual del conjunto de Djukic.