El futbolista explicó que la segunda amarilla vino después de que un rival fingiera que le había golpeado en la cara durante un salto, y que al verse expulsado de forma injusta se puso nervioso y esto motivó su desafortunado comentario, que quedó reflejado en el acta del partido. «Hoy he pedido venir aquí para explicar lo que ocurrió ayer. Estoy aquí para pedir perdón por las palabras que le dirigí al cuarto árbitro. Para mí fue un choque normal, pero como el adversario se puso la mano en la cara, el árbitro pensó que era un codazo y como tenía ya una amarilla me expulsaron», relató.
«Estaba un poco triste porque es la segunda vez que pasa esto conmigo. La temporada pasada fue con el Sevilla, y por eso estaba triste y nervioso. Me fui al cuarto árbitro y con la tensión que tenía dije cosas que no estoy acostumbrado a decir y por eso quiero pedirle perdón», agregó Jonas en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva de Paterna.
El delantero valencianista ahora sólo espera que las imágenes de televisión aclaren la situación de una «jugada normal» y sirvan para que le quiten la segunda tarjeta amarilla. «El adversario fue inteligente, puso la mano en la cara y engañó al árbitro, que pensó que era un gesto más fuerte», insistió el delantero.
Preguntado por la mala imagen que ofreció el Valencia en Tarragona y las opciones que tienen de cara al próximo encuentro de Liga ante el Atlético de Madrid en el Calderón, el atacante reconoció que contra el Nàstic no estuvieron bien pero que eso cambiará el próximo fin de semana. «Jugando como ayer seguro que será difícil ganar, pero a veces pasa esto. Podemos llegar allí y hacer un buen partido porque tenemos calidad para hacerlo. Somos capaces de llegar y sumar puntos como ya hicimos la pasada temporada», concluyó.