Once gatitos sufren en Cornellà

¿Leones? Pocas melenas felinas se vieron en tierras catalanas esta noche. Ni fiereza, ni garra, ni nada de nada. El Valencia salió a Cornellà con la actitud del despreocupado antílope que brinca por la la sabana africana, y acabó devorado sin piedad por un Espanyol que, desde la primera jornada, sabe que la cuenta atrás para llegar a los 42 puntos que dan la permanencia corre sin esperar a nadie.

Y eso que las cosas se le pusieron de cara a los de Djukic. Pocas veces se encuentra un equipo falto de ambición con un 0-1 a favor en territorio enemigo. En prácticamente la única acción trenzada del equipo en el primer acto, Jonas fue el más listo sobre el césped para matar un balón con el pecho en carrera y cederlo atrás para que Postiga empujase a placer. Gol de ‘nueve’, sí, pero se podría contar la aparición del portugués como la única que hizo a lo largo de los noventa minutos. Bagaje insuficiente para un equipo como el valencianista.

Fue un espejismo. Quizá el Espanyol no tenga el brillo ni los nombres de otros, pero tienen hombres. No son leones, pero tienen hambre. Stuani, Simao y Sergio García mostraron sus credenciales durante todo el primer acto. Al principio sin demasiado acierto, pero bastándose para inquietar a Alves. Al filo de la media hora, tras un remate de Sergio García instantes antes, un corner milimétrico botado por Simao sería cabeceado al primer palo por David López. Inapelables y justísimas tablas.

Los pericos se transformaron en águilas. Vieron a su presa flaquear y se lanzaron en picado a por ella. La buscaron al final del primer acto, y la agarraron firmemente entre sus garras nada más arrancar el segundo período. Y, si hablamos de alturas, el uruguayo Stuani es referencia obligada. De nuevo a balón parado, de nuevo un cabezazo, de nuevo un gol marca de la casa para el charrúa. 2-1, partido nuevo. Primeros minutos de desconcierto total en el proyecto de Djukic desde que es entrenador del Valencia.

El de Sabac movió el banquillo y, en primera instancia, introducir a Bernat pareció funcionarle. El equipo abrió el ocstado izquierdo y potenció las incorporaciones de un Mathieu que estuvo horrible a lo largo de la velada -escogió mala semana para protestar en público, el galo-. Sin embargo, los buenos minutos del equipo se diluyeron con el siguiente cambio, dado que Canales no consiguió dotar al equipo de amplitud y contribuyó a embotellar todavía más el juego del Valencia por el centro.

Aguirre, en cambio, usó sus recursos de forma más inteligente. La entrada de Thievy a pocos minutos del final sirvió para sellar el billete definitivamente: el exótico atacante vacunó al Valencia en los instantes finales y fue un quebradero de cabeza para la zaga blanquinegra. Inapelable marcador. Incontestable merecimiento local. Debatible semana previa la que hemos vivido. En el particular zoológico de la Liga, el Valencia demostró que todavía debe definir su rol: ¿cazador… o presa?

 

Ficha técnica

3. RCD Espanyol: Casilla; Javi López, Colotto, H. Moreno, Fuentes; Víctor Sánchez, David López, Stuani (Lanzarote, m. 78), Pizzi (Abraham, m. 63), Simao y Sergio García (Thievy, m. 72).

1. Valencia CF:  Diego Alves; Joao Pereira, Rami, Ricardo Costa, Mathieu (Guardado, m. 83); Javi Fuego, Míchel (Bernat, m. 63), Éver, Feghouli (Canales, m. 70), Jonas y Hélder Postiga.    

Goles

0-1 Postiga (min. 9); 1-1 David López (min. 32); 2-1 Stuani (min. 47); 3-1 Thievy (min. 88)

Árbitro: Velasco Carballo, del comité madrileño. Amonestó a David López y Simao del Espanyol, y a Rami, Banega y Ricardo Costa del Valencia CF.

Incidencias. Segunda jornada de la Liga BBVA, disputada en el estadio Cornellà El Prat

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