De momento no hay concesiones. La situación tan crítica en la Liga obliga a dar el máximo en cada entrenamiento y con esa idea ha aterrizado el equipo de trabajo que lidera Juan Antonio Pizzi. El derbi contra el Levante llega en dos días y Alejandro Richino, el preparador físico uruguayo con el que ya tienen pesadillas los futbolistas del Valencia, no pierde ni una sola ocasión para llevarlos al límite y con la lengua fuera.
Este miércoles de Año Nuevo la Ciudad Deportiva de Paterna tuvo actividad, únicamente de los ‘mayores’, pero el nuevo cuerpo técnico les obligó a ganarse el sueldo y a quemar los pequeños excesos de la Nochevieja con una sesión completa de circuitos físicos. Estuvieron todos, sin excepciones por lesión o retrasos, y sufrieron durante los 45 minutos en los que Pizzi vigiló muy de cerca cada movimiento de sus jugadores. Tras la práctica sobre el césped, que arrancó con una pequeña charla del míster argentino, la jornada se completó con una visita al gimnasio para dar por finalizado este primer día del 2014.
La pelota no hizo acto de presencia, como ya ocurrió el pasado domingo en la puesta de largo de los nuevos responsables del equipo. A partir de este jueves ya se podrán comenzar a vislumbrar trazos y detalles del once que quiere plantear para el derbi valenciano del sábado en Mestalla, un choque para el que de momento el técnico de Santa Fe dispone de todos sus efectivos incluido el recién llegado Rubén Vezo.