Rafa Martínez y Serhiy Lishchuk son dos jugadores en peligro de extinción. Los dos capitanes del Valencia Basket llevan ya más de un lustro defendiendo la casaca ‘taronja’, algo muy complicado de ver en un mundo más dominado por el dinero que por la paciencia. Después de sellar en verano sus respectivas renovaciones con el club valenciano, ambos celebraron el poder seguir formando parte de la historia de La Fonteta. «Somos luchadores y lo daremos todo por este equipo», explicó el pívot ucraniano.
«El tiempo pasa muy rápido y estoy muy contento de poder estar dos años más aquí, donde quería estar porque ya es mi casa. Tengo muchas ganas de que empiece la temporada, de llenaros de ilusión y conseguir éxitos como en los otros años. Estoy muy agradecido al club por confiar en mí, ha sido una situación complicada, pero al final las cosas se han arreglado», explicó Rafa Martínez sobre su renovación por dos temporadas.
La misma sensación de felicidad tenía Serhiy Lishchuk, que amplió un año más su contrato. «Estoy muy contento de estar aquí con mi hermano Rafa. Somos luchadores y lo daremos todo por este equipo. El Valencia Basket Club es mucho más que un nombre para mí, está dentro en mi corazón y espero hacer algo bonito esta temporada, vamos a luchar por ello», añadió.
Desde luego, ninguno de los dos esperaba esta longevidad cuando aterrizaron en Valencia. «La experiencia de mi primer año no fue muy buena ni a nivel de equipo ni individualmente. Luego cuando llegó Serhiy en el segundo las cosas fueron mucho mejor y ganamos la Eurocup. Es un lujo y un privilegio poder jugar tantos años en este club que, paso a paso, cada año es más grande», prosiguió el escolta catalán. «El Valencia Basket fue mi primer equipo fuera de Ucrania, pero es un club que ayuda mucho. Me siento cómodo, una parte de esta familia y estoy muy feliz como valenciano», replicó Lishchuk.
EL AMBIENTE DEL VESTUARIO, DECISIVO
Tras siete años en Valencia, Rafa Martínez no sabe quedarse con un instante concreto de su estancia. «Hay muchos momentos a nivel deportivo muy buenos. Yo al principio no me imaginaba que pudiéramos llegar a esto, pero poco a poco hemos crecido, logrado títulos, podido llegar lejos en la Euroliga… Sobre todo me quedo con el ambiente vivido el año pasado y el de la primera Eurocup. Era el de una familia, el de luchar todos en la misma dirección y eso no se paga con nada», dijo.
Por último, el capitán también habló sobre la próxima temporada. «Tenemos una ventaja respecto a otros años: hemos empezado los 12 desde el principio y hay ocho jugadores del año pasado. Ahora falta que los jugadores nuevos se vayan adaptando poco a poco, ya saben la filosofía que quiere el entrenador y los entrenamientos son intensos, que es lo que toca para que el equipo avance con muy buen ritmo», concluyó.