Primera comida de unión con Rufete como manager general

Los últimos diez días han supuesto una terapia de choque acelerada para la plantilla del Valencia. Y muchos actores han puesto de su parte en este proceso normalizador. Quizá la figura de Rufete sobresalga por el componente novedoso, pero una rápida consulta de VLC NEWS en Paterna extrae la clave de la mejoría en el juego: la meritocracia. «Los jugadores que trabajan tienen premio», asegura una fuente cercana al primer equipo.

El cambio de roles llevado a cabo en los últimos días es un buen ejemplo. Sí, puede que la presencia de Rufete en la labor diaria haya influido. Y también que la revolución en algunos cargos y responsabilidades –en la preparación física, en la preparación de porteros, en la grabación y análisis de los entrenamientos, en la metodología– haya predispuesto a la plantilla a hacer borrón y cuenta nueva. Pero también Djukic y sus colaboradores más cercanos han captado el mensaje. El míster es más dialogante, más flexible, más abierto a los cambios. Más proclive a la meritocracia y menos a dejarse llevar por sus preferencias personales. Paterna vive un frenesí analítico basado en el rendimiento y en los fríos datos.

En la plantilla, mientras tanto, el reequilibrio de responsabilidades se ha vivido con una calma absoluta. Las afinidades se mantienen, sin clanes excluyentes. Los «amigos de la sub-21» –Canales, Oriol, Parejo y alguno más– se marchan a comer un par de veces al mes, como hacen siempre. Banega, Fede y Pabón comparten ‘feeling’, gustos y aficiones. La colonia portuguesa formada por Costa, Pereira y Postiga sigue teniendo la profesionalidad por bandera. Y todos esos grupos se cohesionan en actos como el vivido ayer con el calendario Asindown como motivación, en el que apenas un par de jugadores -que estaban tratándose con los fisios- faltaron a la cita solidaria.

Ruete, Djukic, cuerpo técnico y trabajadores cercanos a la primera plantilla compartieron con los futbolistas la primera comida de unión desde que el de Benejúzar se hizo con el mando de la dirección deportiva. Con el técnico a su lado, el alicantino sabe que su tarea no ha hecho más que empezar. Aunque esté con un ojo puesto ya en la planificación de 2014 mientras completa a su núcleo duro de colaboradores, Rufete está satisfecho con el juego exhibido por el equipo ante Elche, Swansea y Osasuna. Los compromisos ante Nastic de Tarragona y Kuban Krasnodar deben refrendar la mejoría, antes de visitar el Calderón. El pesimismo de hace dos semanas parece haberse disipado o, al menos, mitigado. Se palpa que algo ha cambiado dentro de la caseta a todos los niveles. Ahora, hay que demostrarlo.

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