Ricardo Costa y Voro apaciguaron a los aficionados que esperaban a la plantilla

Primero medió el central portugués, suplente de inicio pero partícipe sobre el césped -tras sustituir a Fede por la expulsión de Rami- del desastre del Valencia en la Europa League frente al Swansea City. Los ánimos se caldearon hasta que finalizó el choque, pero a los futbolistas todavía les tocó aguantar más insultos y protestas mientras se subían a sus coches para marcharse a casa.

El número de seguidores que increpaban a la plantilla era tan grande, en la puerta del parking que tienen los jugadores dentro de Mestalla, que Ricardo Costa ejerció de portavoz del equipo ante la ‘encendida’ masa de aficionados valencianistas.

El luso, temiendo que pudiera producirse algún incidente con los coches de sus compañeros, que esperaban el momento de abandonar el recinto acompañados de novias y familiares, pidió calma y compartió con los allí presentes su malestar por lo ocurrido. Escuchó con atención las reclamaciones de la afición –«que la plantilla pida perdón», «hay que comerse el césped» o «vendrá el Sevilla y se os comerá con patatas»-, antes de recibir una ovación por dar la cara en una noche tan dura.

Pero minutos más tarde todavía aguardaban en el parking algunos miembros más del Valencia -Jonas, Postiga, Fede, Guardado, Canales y Pabón-, que con algún que otro improperio de por medio consiguieron marcharse con sus automóviles a sus domicilios, previa intercesión de Voro. El delegado del Valencia, ante los problemas que estaban teniendo los miembros de seguridad del club para dispersar a los exaltados que todavía aguantaban a las puertas de Mestalla, hizo un último llamamiento a la cordura para apagar del todo el incendio.

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