Los vecinos de Patraix acaban de solicitar una reunión a la nueva dirección del Aeropuerto de Manises y Aena para lograr que, de una vez por todas, se reorienten las rutas de los aviones que pasan por el barrio antes de que llegue primavera. A la petición se suman los residenes de Favara, también en parte afectados. Son 25.000 vecinos que miran al cielo cada día, padeciendo ruidos, hartazgo y, dicen, «miedo».
«Las aeronaves pasan tan cerca de las viviendas que podemos tomar nota de sus numeraciones y los ruidos llegan a despertar a los vecinos de madrugada», explicó Antonio Pla, presidente de la agrupación de residentes de Patraix. Esta lucha es antigua y aunque en estas fechas las molestias se reducen, «ya que en invierno las ventanas permanecen cerradas y el número de vuelos se reduce», la exigencia vecinal es que se constiuya nuevamente «la comisión de trabajo para estudiar este problema que cayó en el olvido y que se incluya en ella a los vecinos, que somos quienes conocemos y padecemos este problema», continuó Pla.
Esta comisión debía estar formada por el Ayuntamiento, aeropuerto y Aena. Ahora los barrios quieren ser parte y reclaman al Consistorio que tome parte activa en la búsqueda de una solución «puesto que en el caso de otras ciudades, las negociaciones y reorientación de rutas ha partido de la petición de los ayuntamientos implicados».
Los vecinos han llegado a contabilizar 100 aviones al día y son tres las claves de desesperación: el ruido, contaminación ambiental «con emisiones de las aeronaves incontroladas que se caen sobre las azoteas» y el riesgo «de cualquier tipo de accidente que se pueda llegar a producir en zonas muy pobladas, como ocurre con Patraix».
Los vecinos se plantean un margen de días para recibir respuesta y de no tenerla asistirán una vez más a la recogida de firmas para pedir implicación del Ayuntamiento, «como hace unos años la tenía contra las rutas establecidas por Aena».
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