Baleares apuesta por las modalidades insulares

El debate lingüístico en torno al concepto de la ‘unidad de la lengua catalana’ no es exclusivo de la Comunidad Valenciana. En Baleares, eso sí, la discusión no se centra en la denominación del idioma cooficial junto al castellano, sino que entra directamente en el ámbito normativo.

El artículo 4 del Estatuto de Autonomía de las Islas Baleares establece, en su punto número 1, que «la lengua catalana, propia de las Illes Balears, tendrá, junto con la castellana, el carácter de idioma oficial». La portavoz del PP en el Parlamento balear, Mabel Cabrer, explica que no negar la unidad de la lengua «no quiere decir que creamos en eso que llaman los ‘Països Catalans'».

La misma Carta Magna habla en su artículo 35, ‘Enseñanza de la lengua propia’, de las modalidades insulares del catalán de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera, de las que dice que «serán objeto de estudio y protección, sin perjuicio de la unidad de la lengua». Además de la Universidad de las Islas Baleares, esta función recae sobre el Departamento de Política Lingüística del Govern y del Institut d’Estudis Baleàrics, una especie de Acadèmia Valenciana de la Llengua pero dependiente de la Conselleria de Educación.

Precisamente este último, tiene entre sus finalidades (artículo 4 de sus estatutos) la del «estudio y difusión de las modalidades lingüísticas del catalán propias de las Islas Baleares, como patrimoio cultural y elemento vertebrador de la identidad de las Islas». Sin embargo, algunas asociaciones culturales constatan en los últimos años cómo algunas singularidades del mallorquín, el menorquín, el ibicenco y el formenterense se han perdido por el camino.

Esto se debe a que, en los últimos 30 años, los libros de texto estaban escritos en catalán estándar, que muchas veces no se corresponde con las variantes que, históricamente, se han hablado en las islas. Para tratar de corregir esto, el Govern balear destinará, a través del IEB, 70.000 euros para adaptar los materiales educativos a las diferentes modalidades lingüísticas insulares a partir del curso 2014-2015. Una medida que, aunque académicamente demandada, no es muy popular por cuanto destina unos valiosos fondos a cuestiones que, en algunos ámbitos, no se consideran prioritarias.

Tampoco ha estado exenta de polémica la publicación del libro ‘Las modalidades insulares. Recopilación de formas lingüísticas normativas de las Islas Baleares’, al estilo del ‘Diccionari Normatiu Valencià’ de la AVL. La obra, que el Gobierno autonómico del PP asegura que ha tenido una gran acogida en Ayuntamientos y el mundo académico, no ha sido del agrado de todos.

Para ser un proyecto que pretende preservar la singularidad del ‘catalán de Baleares’, ni siquiera hace referencia a las denominaciones de las modalidades insulares de la lengua, según denuncia la Fundación Círculo Balear. Tras la publicación del libro, hace un par de meses, esta asociación evidenció la incoherencia de no mencionar estas modalidades y que la obra se limite a hablar del «catalán de las islas».

Otras entidades culturales, como Jaume III, también la consideran insuficiente para evitar que el catalán estándar acabe absorbiendo por completo las peculiaridades lingüísticas de Baleares. El debate, en definitiva, pone en el centro de la diana la supervivencia de las modalidades insulares, de la singularidad de las islas. Algo que, al menos por el momento, no está en cuestión en la Comunidad Valenciana.

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