El fútbol está enfermo
El fútbol me enamoró de muy pequeño. Me encantaba bajar a la calle a jugar con mis amigos. Ahí todos éramos iguales. Ni ricos ni pobres, ni guapos ni feos, todos con un mismo objetivo: ganar. Marcar el gol en esa artesanal portería con dos postes de piedras y un larguero imaginario que variaba dependiendo …