La suerte del negociador
Francisco Javier Catalán tiene la fama de haberse convertido en uno de los dirigentes más duros a los que se enfrenta un club o un agente a la hora de plantear un traspaso, una renovación o una simple cesión, como así ha ocurrido con el Inter de Milán y Samuele Longo, al que dejó literalmente tirado en el aeropuerto de Bérgamo por una diferencia mínima de dos partidos (12 por 10) que el delantero italiano debería jugar como titular y propiciase el ahorro de 50.000 euros netos del préstamo que servirían para pagar el despido de Chris Lell.